O Gatañal invertirá tendencia esta temporada. El pabellón cangués no tendrá, a priori, la vitola de decisivo en la recta final de temporada, sino que trasladará su influencia e importancia a la primera vuelta del campeonato en la Liga Asobal. Y es que hasta seis conjuntos -la mayoría de ellos de la zona media o baja de la tabla clasificatoria- pasarán por el feudo cangués, midiendo las opciones de un Frigoríficos del Morrazo que aspira a solventar con éxito la mayor parte de estos compromisos y así dar pasos hacia la permanencia en la categoría.

Una victoria ante el Alcobendas y una derrota frente al Atlético Valladolid es por el momento el balance de los de Magí Serra, que tienen en apenas diez días la oportunidad de mejorar esos números con las visitas consecutivas de Bidasoa y Benidorm. Aunque ambas escuadras ocupan circunstancialmente puestos altos en la clasificación -los vascos son sextos y los levantinos terceros- todo apunta a que no será la zona por la que se muevan durante el resto de la campaña. Y el Cangas debe aprovechar la fortaleza que tradicionalmente exhibe como local para resituarse en los puestos cómodos de la tabla y, sobre todo, sumar valiosos puntos en la carrera hacia la salvación.

Además de ellos, los cangueses se medirán antes del parón liguero a un Guadalajara al que le está costando arrancar y que no parece el mismo equipo del año pasado, a pesar de la presencia imponente de Hombrados bajo palos y de Márquez en el apartado ofensivo. El siguiente equipo en pasar por O Gatañal será el Anaitasuna de un viejo conocido como Edu Salazar. Los navarros han encadenado dos triunfos para recuperarse de un mal arranque con tres derrotas y tienen plantilla suficiente como para poder pelear por los puestos nobles de la Asobal. Más complicado será el duelo ante el Granollers, a priori el rival más difícil de los que pasará por O Gatañal en lo que queda de año. Y para despedir 2018 visitará el pabellón morracense un rival directo como el Ángel Ximénez Puente Genil en una de esas finales por la permanencia a las que el Cangas está habituado.

La obsesión de plantilla y cuerpo técnico es blindarse en casa y mantener la extraordinaria racha comenzada el 17 de marzo, con un triunfo precisamente ante el Bidasoa. Desde entonces ha habido cinco victorias, un empate y una única derrota.