El Frigoríficos del Morrazo cayó ante el peso de la lógica y un todopoderoso Fútbol Club Barcelona (40-26) pero refuerza su imagen después de un primer tiempo en el que supo sobreponerse al demoledor inicio de encuentro de los locales para firmar al paso por vestuarios una desventaja de solo tres goles. Las rotaciones y la superioridad de los catalanes se hicieron notar en una segunda mitad en la que los de Xavier Pascual, "Pasqui", fueron incrementando de forma progresiva su renta hasta los 14 goles finales. Una cifra que paradójicamente no es mala teniendo en cuenta las que recibieron Alcobendas (50-24), Cuenca (43-22) o Atlético Valladolid (41-24).

Y eso que el arranque del partido pintaba muy mal para los visitantes. El parcial de salida de 7-0 puso de manifiesto el terrorífico ritmo que iba a marcar el equipo blaugrana y las dificultades del Cangas para encontrar espacios en la tupida defensa catalana. Magí Serra pedía tiempo a los siete minutos (5-0) para tratar de reconducir la situación y arriesgaba con un ataque de siete contra seis, con Cerqueira y Pablo Castro en el doble pivote, y dejando la portería desguarnecida. Dos pérdidas consecutivas desembocaron en el 7-0 y la debacle se avecinaba.

Pero Chapela soltó el brazo y estrenó el casillero de los suyos (casi a los diez minutos) y el Cangas comenzó a soltarse, a atacar con paciencia y a hallar buenas opciones de lanzamiento. Si a eso se une que Javi Díaz apareció, el resultado fue un Frigoríficos que entró en partido (9-5, 11-7). El Barcelona se movió con ataques rapidísimos, golpeando sin piedad, pero sin poner nervioso a un cuadro visitante que fue a lo suyo y que disfrutó de un Dani Cerqueira imperial en la línea de seis metros. Lejos de romperse el duelo, este parecía más vivo que nunca (19-16 al descanso).

El sueño duró lo que debía durar. El Barcelona volvió a salir en tromba en la segunda mitad y dio un nuevo tirón en el electrónico (27-18, minuto 38, tras un parcial de 8-2). Serra movió al equipo, repartió minutos y su única licencia fue la de devolver a pista a Javi Díaz. La lógica hizo que las diferencias se fuesen ampliando de forma progresiva, si bien el Cangas nunca le perdió la cara al encuentro. Pérez de Vargas mejoró estadísticas y la velocidad en las transiciones hizo el resto para llegar al 40-26 final.