Los errores defensivos, la escasa aportación de la portería y las numerosas pérdidas de balón fueron determinantes para que el Frigoríficos del Morrazo cosechase su primera derrota en O Gatañal ante un Recoletas Atlético Valladolid que dominó el choque de principio a fin (30-33). El conjunto visitante entró con más fuerza en el choque y manejó rentas de entre dos y cinco goles frente a un Cangas que llegó a igualar en el segundo tiempo pero que fue incapaz de darle la vuelta al electrónico y, sobre todo, de cambiar la dinámica del encuentro.

Y es que el ritmo del choque fue claramente vallisoletano. Amparados en una correosa defensa 5.1, los de David Pisonero explotaron los ataques rápidos y supieron controlar el juego cuando no era posible sorprender con velocidad. La diferente interpretación del pasivo a uno y otro lado del campo de los colegiados también favoreció esta tendencia. Sea como fuere, el Cangas nunca pareció sentirse cómodo, incluso cuando se enganchaba de modo insistente al electrónico.

El inicio de los visitantes fue demoledor, con un Adrián Fernández en estado de gracia que destrozó a la defensa local. Cinco dianas suyas llevaron el 3-6 al marcador (minuto 7) y a que el Valladolid se moviese con mucha tranquilidad. La entrada de Aranda -ayer completó un buen encuentro- dio aire a los suyos, que se engancharon (9-10, 10-11, 11-12) aunque sin poder igualar. Una exclusión de Vujovic permitió a los castellanos romper el choque (12-15, minuto 25) y Magí Serra se veía obligado a pedir tiempo. Dos intervenciones de Galán animaron a un Cangas que tuvo balón para empatar a falta de 30 segundos para el descanso, pero lo perdió y Camino no perdonó el 14-16.

Espejismo

En la reanudación el Frigoríficos ajustó defensa y echó mano de un inspiradísimo Menduiña -ocho tantos en este periodo- para firmar las tablas (16-16, 17-17, 18-18). Una exclusión de Mitic y los errores devolvieron la renta al Valladolid (19-22, minuto 41, con tiempo de Serra). El intercambio de golpes era constante y ahí sacaba réditos el cuadro visitante, que aprovechaba dos intervenciones de Calle para dispararse nuevamente (23-28, minuto 50, con nuevo tiempo de Serra).

Pero no sirvió para nada. El Cangas ya estaba excesivamente acelerado. Perdió tres balones consecutivos -ayer tuvo hasta 17 pérdidas- y no parecía capaz de enjugar la diferencia. Lo hizo cuando menos se esperaba para poner el 29-31 a falta de minuto y medio. Pero entonces una dudosa exclusión de Aranda con penalti incluido llevó la sentencia al electrónico. El Frigoríficos piensa ya en su siguiente cita, el martes en el Palau Blaugrana ante el Fútbol Club Barcelona.