O Gatañal continúa siendo talismán. El pabellón cangués asistió ayer al primer triunfo de la temporada del Frigoríficos del Morrazo, que derrotó al recién ascendido Secin Group Alcobendas en un encuentro trabado al principio pero que acabó siendo cómodo para los hombres que dirige Magí Serra. La defensa y un buen Javi Díaz bastaron para decantar la balanza a favor de los locales, que pecaron de relajación en los minutos finales, desperdiciando una renta que llegó a ser de hasta nueve goles, pero sin que en ningún momento peligrase su victoria.

El duelo comenzó con tintes visitantes. El Cangas estuvo contemplativo en defensa y desajustado en el repliegue defensivo, dos pecados mortales ante un Alcobendas que fiaba todo a su velocidad y a una buena circulación de balón. En ataque los cangueses no encontraban demasiadas dificultades y así el arranque del partido se convirtió en un intercambio de golpes. Sin embargo, cierto atasco de los locales permitió a los madrileños escaparse (5-7, minuto 11) antes de que se enjugase esa diferencia gracias a un Muratovic dominador.

A partir de entonces entró en acción Javi Díaz. El meta rosaleiro se activó y el 6.0 apretó los dientes para sacar réditos. Si a eso se unió la fulgurante salida de David Iglesias, con dos goles consecutivos, el resultado fue un 3-0 de parcial para obligar a Manuel Carballo a solicitar tiempo muerto (12-9, minuto 25). Los visitantes mejoraron pero solo les dio para recortar diferencias al descanso (13-11).

El paso por vestuarios sentó de cine al Frigoríficos, que salió en tromba para romper el partido en apenas minuto y medio (16-11, minuto 31). El Alcobendas siguió apostando por correr, pero el Cangas devolvía golpes en los mejores minutos en pista de Moisés Simes. Ni las exclusionbes frenaban a un Cangas que sí aprovechó una de los visitantes para meter otra marcha más y poner la sentencia (24-16, minuto 46).

El buen rendimiento defensivo y las paradas de Javi Díaz permitían obviar la escasa aportación de Mihajlo Mitic y Augusto Aranda, muy desacertados en su primera aparición en O Gatañal, lo que hacía que el juego local se volcase hacia un lado. Las sensaciones eran de que el choque estaba acabado y que sobraban los 15 minutos finales. Las imprecisiones se multiplicaron y el Alcobendas apostó por una defensa individual. Lo que tardó en ajustarla fue lo que tardó el Cangas en colocar su máxima ventaja en el electrónico (27-18, minuto 56).

La relajación y las dificultades de los de O Morrazo para manejarse en esa situación provocaron que el cuadro madrileño dominase en esos minutos y pudiese enjugar poco a poco las diferencias, a pesar de los esfuerzos del preparador local, que solicitó dos tiempos muertos prácticamente consecutivos. El Alcobendas apretó algo más el marcador, pero sin llevar en ningún momento el miedo ni a la pista ni a las gradas. El Cangas se hizo con los dos puntos y coloca la primera piedra en el largo camino hacia la permanencia.