Los socios del Alondras aprobaron ayer un presupuesto de 267.500 euros para 2018, comenzando de este modo a presentar las cuentas por año natural y no por temporada, como se hacía hasta la fecha. Será solo uno de los cambios en la entidad para adaptarse a los dictámenes de la Ley del Deporte. El siguiente será el de la regularización de la situación de entrenadores y jugadores, que al percibir una compensación económica de forma regular deben o bien ser dados de alta en la seguridad social o bien contar con un contrato de voluntariado.

Además de relatar estas variaciones a la asamblea, la directiva que preside Luis Guimeráns presentó las cuentas a 31 de diciembre de 2017, con unos ingresos de algo más de 280.000 euros y unos gastos de menos de 268.000, arrojando un superávit de 13.185 euros. La razón del mismo hay que buscarla en los 33.000 euros que el club ingresó por el 1 por ciento de los derechos de la final de la Copa del Rey, y con los que no contaba. En el capítulo de gastos se incluyen, además de los habituales, 21.000 euros en acondicionar gradas, vestuarios, sala multiusos y el local social.

El superávit se incluye en los 267.500 euros de presupuesto estimado para 2018, además de otros ingresos como 77.800 por subvenciones, 51.000 por socios o 20.000 por publicidad, y en gastos se contemplan 160.000 del equipo de Tercera y 76.000 de la base.

Asimismo, la asamblea extraordinaria aprobó dar poder a la directiva para pedir una póliza para afrontar los gastos de inicio de temporada ante la falta de liquidez.