Con las maletas casi preparadas para salir hoy hacia Caen, David García hace balance de un año que le sirvió para adaptarse a un nuevo país, a otro estilo de vida y a un balonmano muy diferente. Eso sí, sin perder de vista a un Cangas al que confiesa seguir desde la distancia.
- Un octavo puesto no ha estado mal tras haber peleado por eludir el descenso con el Caen.
- Acabamos octavos, empatados a puntos con el séptimo, pero la Liga es muy igualada y en apenas cuatro o cinco puntos estaban del sexto hasta los últimos.
- Un cambio de entrenador siempre es difícil [Pascal Mahé sustituyó a Dragan Mihajlovic].
- Sí, aunque no supuso muchas variaciones. Seguimos haciendo lo mismo pero con alguna variante y jugamos más táctico, con más cabeza y control, y sin presionar tanto a la gente.
- ¿Qué valoración personal hace de la temporada?
- Muy positiva. Al principio fue difícil pero ya lo sabía, aunque también es cierto que me resultó más sencillo porque estaba Adri [Rosales]. Aunque estás un poco fuera de lugar preguntando... En la segunda parte de la temporada la cosa ya fue mejor porque entendía mucho más, y ya pasaba más tiempo con los otros compañeros que con Adri.
- El hecho de tener a alguien con quien ha compartido vestuario durante tantos años fue toda una ventaja.
- Sí claro, es difícil el principio porque es un cambio radical, al pasar de jugar con los amigos a pelearte con gente que no conoces. Menos mal que estaba él [risas].
- A nivel físico es donde reside la mayor diferencia entre la Asobal y la Segunda División Francesa...
- Sí, este es un balonmano mucho más físico. Físicamente son muy superiores, pero tácticamente son más flojos, es un balonmano más primitivo, y los que ascienden son los equipos que juegan más. Tácticamente en España se juega mucho mejor, pero físicamente aquí te pasan por encima. Todo el año entrenamos mucho este aspecto y parece que nunca se acaba la pretemporada [risas].
- La próxima campaña, sin Adrián [fichado por el Nava de División de Honor Plata] le tocará asentarse más por sí mismo.
- Ahora me tocará hacerlo quiera o no, porque Adri ya hizo su trabajo [risas]. Tengo que empezar a hacer la vida por mí mismo, pero al entender ya más o menos el idioma todo es más sencillo.
- ¿Y el aspecto laboral [es fisioterapeuta] qué tal le va?
- Más lento, no por el club sino por todo el papeleo. Hace unas semanas salió la documentación de la Facultad de Pontevedra hacia Madrid y allí estará unos meses hasta que la remitan a Francia, y luego a esperar.
- ¿Se puede decir que su futuro pasará por Francia?
- Ahora mismo estoy bastante convencido de ello.
- ¿Ha seguido al Cangas?
- Sí, claro, cada vez que televisaban un partido, porque al final allí tengo jugando a mis amigos. Al final se salvaron, sufriendo, pero es Cangas.
- ¿Qué le sorprendió más, salvarse o la dimisión de Pillo?
- La marcha de Pillo, aunque es cierto que conociéndolo podía pasar. Al final se salvaron, que era lo realmente importante.