La alegría del Langreo por el ascenso a Segunda División conseguido este fin de semana podría truncarse por una resolución del Tribunal Administrativo del Deporte, que modificaría la clasificación final del grupo asturiano de Tercera División y que indirectamente afectaría al Alondras, primer rival de los langreanos en la promoción. La noticia, adelantada por el portal iusport, anula el 3-0 con el que se le dio por ganado al Langreo su partido ante el Colunga por una presunta incomparecencia de estos últimos. A efectos prácticos esto supone que el Langreo, que fue segundo, acabaría la Liga tercero y que el Marino sería segundo. Visto en clave alondrista, el Marino tendría que haber sido su rival en la fase de ascenso.

La denuncia tiene su origen en la jornada 31. El Colunga se presentó con sus dos equipaciones (una roja y otra azul), que fueron descartadas por el colegiado por confundirse con la azul y roja del Langreo. A pesar de pedir el cambio de equipación, el Colunga se niega (siempre según la versión arbitral), por lo que se suspende el duelo. A partir de entonces el Juez Único dicta la pérdida del partido para el Colunga por 0-3 y le resta tres puntos, Apelación ratifica el acuerdo y el Colunga recurre al TAD que es el que ahora ha fallado.

El Alondras se enteró este fin de semana de la situación y ya se puso manos a la obra para conocer de primera mano cuáles eran sus opciones. Y optará por no realizar ningún movimiento. "Esto va a quedar en nada. El único que podría conseguir algo es el Marino, porque esa segunda plaza en el grupo asturiano le daría derecho a disputar la Copa del Rey", afirma Luis Guimeráns, presidente alondrista. Teóricamente los cangueses deberían haberse enfrentado al Marino, pues el sorteo era dirigido para enfrentar a los cuartos clasificados contra los segundos.

Curiosamente, con el cuadro cangués también hubo un particular affaire con las camisetas. En tierras asturianas el árbitro rechazó la habitual rojiblanca y la azul turquesa de la segunda equipación, haciendo que el conjunto de O Morrazo tuviese que intentar la remontada con la segunda equipación del Langreo. "Lo que hay que hacer es meter mano de una vez en lo de las camisetas, para que no sean tan pijoteros", afirma Guimeráns, que aboga por "poner un criterio más lógico, porque no es la primea vez que tenemos que cambiar de camisetas".