Minimizar los cambios en la plantilla y mantener el bloque. El Frigoríficos del Morrazo podrá ceñirse a su habitual apuesta de todas las temporadas después de un par de años convulsos en los que tuvo que renunciar a la continuidad de jugadores con un importantísimo peso específico en el equipo, caso de Adrián Rosales, Fernando Eijo, David García e incluso de Yeray Lamariano. El proyecto 2018-2019 del cuadro cangués no contempla excesivas variaciones y, salvo sorpresa, se completará con un par de renovaciones pendientes y con solo una incorporación más, la de un lateral derecho zurdo que venga a reemplazar a Nikola Potic, que militará la próxima campaña en el Zagreb.

El excelente rendimiento del Cangas en el tramo final de la pasada temporada ha animado a la dirección deportiva a centrar sus esfuerzos en asegurarse la presencia de sus principales elementos, comenzado por su estructura defensiva. El incombustible capitán Dani Cerqueira, valladar tanto en defensa como en ataque, fue el primero en sellar su compromiso. Seguirá acompañado por dos auténticos especialistas como Maxi Cancio y el sorprendente Gavidia, que llegó para reemplazar a Serafín Pousada y se ha convertido en uno de los intocables de la retaguardia canguesa. Además del bloque central defensivo era prioritaria la renovación de un Diego Moyano que pasó del retiro a la gloria, con actuaciones brillantes bajo palos. Sin embargo, razones familiares y personales separaron al alicantino de un pabellón de O Gatañal con el que había conectado de forma magistral.

Perfil similar

El Frigoríficos optó por buscar un perfil idéntico, el de un meta veterano con poso, y ahí surgió la posibilidad de Javi Díaz, que regresa a Galicia tras su etapa en el Atlético Valladolid. A priori es un simple cambio de piezas, si bien el de O Rosal tendrá el listón muy alto. Con Moyano también se fueron Salazar (al Anaitasuna) y el brasileño Hermones, tras un mal año de ambos. Para buscar a su sustituto el Cangas volvió a recurrir al mercado autóctono y se hizo con los servicios de un Pablo Galán que ha desarrollado la práctica totalidad de su carrera deportiva en el Cisne, donde coincidió con alguno de los que será sus nuevos compañeros, caso de Menduiña o de Chapela.

En el capítulo de renovaciones no ha habido problemas, comenzando por un jugador con tanto valor deportivo como anímico, Alen Muratovic. El balcánico anunció su compromiso con la entidad cuando aún no se sabía si el lugar del Frigoríficos era la Asobal o la División de Honor Plata. Y tras él llegaron el resto, con hombres ya veteranos en la plantilla como Moisés o Rubén Soliño, y otros con menos tiempo en la misma como Chapela o Vujovic, además de un Adrián Menduiña que se estrenaba con un año completo en el primer equipo. Jóvenes como Pablo Castro, Ángel Rodríguez y David Iglesias deberán dar un paso al frente e ir ganando peso en el equipo, y representan el futuro de un Cangas que sigue ofreciendo oportunidades a las nuevas generaciones.