"Nos vamos a tomar unos días de relax", anuncia el presidente del Acanor Novás, Andrés Senra. En la voz se le retratan la tensión y la fiesta. El club rosaleiro ha logrado el ascenso a División de Honor Plata que llevaba seis años persiguiendo con denuedo. Senra anticipa las líneas maestras que desea para el próximo proyecto. En sustancia, la continuidad del entrenador, Isma Martínez, y del grueso de la plantilla. Empezar a concretar este bosquejo puede esperar a que el cuerpo se reponga. La juventud les acompaña: Isma, de 34 años; Senra, de 27, en lo más alto de la jerarquía desde 2015, si bien matiza: "El puesto de presidente no es más que el nombre. Lo que importa es tener un gran equipo de trabajo. Somos 16 directivos y todos tienen clara su función. Trabajan un montón gestionando la base, prensa, viajes, buscando fondos? Todos sumamos".

Será la tercera etapa del Atlético Novás en la segunda categoría nacional. Ya militó en ella en la temporada 2003-2004, como Movexvial, y en la 2011-2012, como Mecalia. Nunca logró la permanencia e igualmente nunca ha dejado de intentar el regreso. En realidad, solo en 2003 logró la plaza por la vía deportiva, en la liguilla disputada en Huesca. En 2011 ascendió intercambiando sus derechos deportivos con el Sarriá. Organizó las fases de ascenso de 2013 y 2014. Disputó además las celebradas en Antequera, Huesca, Almoradí, Santander, Torrelavega y Badajoz. Las había perdido todas hasta esta última.

La victoria cura todas las heridas de la memoria. El Acanor no ha sufrido desde el 14-17 que reflejaba el electrónico en el minuto 45 de su primer partido contra el Sant Esteve. Acabó ganando por 28-21. Al Dominicos lo derrotó por 30-22 y al Montequinto, por 29-20. "Estuvimos espectaculares en defensa los tres días. Los números se pueden ver. Cubres las carencias que puedas tener durante algunos minutos en ataque. A partir de ahí sí todo fue mucho más fluido, con todos los jugadores aportando a un nivel muy alto", elogia Senra. "Los resultados no quieren decir que los otros equipos no tengan nivel, sino que nosotros hemos estado muy bien".

El fervor de un pabellón de O Calvario abarrotado le compensa el desgaste. "Es un trabajo muy sacrificado. Tienes menos de dos semanas para organizar la fase y te vuelves loco. Son muchas cosas en poco tiempo y andas muy agobiado", explica Senra. "Cuando acaba sabiendo a plata y no a plomo, compensa todos los sacrificios". Así, "plata o plomo", la famosa frase de Escobar en la serie Narcos, es como el Novás publicitaba el sector.

Isma Martínez es el técnico que encumbra al Novás. Fichado en diciembre de 2016 como sustituto de Jota, su contrato concluye en junio. Isma se quedó a dormir en O Rosal tras el ascenso y ayer por la mañana se encontró por casualidad con Senra. Ambos coinciden en aplazar la negociación, de previsible final feliz: "Ya habíamos hablado con él hace un mes, sin hacerle una propuesta en firme, pero transmitiéndole que independientemente de lo que sucediese en la fase queríamos que siguiese siendo el entrenador. Y él dijo que también quiere seguir en el Rosal. No debería haber ningún problema".

Isma y su cuerpo técnico diseñarán la próxima plantilla. Senra avanza su visión. "Personalmente creo que cuando consigues el objetivo, mereces continuar. Los cambios, si es que hay alguno, van a ser mínimos. Hablo por mí. Porque al final quienes van a tomar las decisiones serán los técnicos". El dirigente entiende que existe calidad suficiente para aspirar a la permanencia: "Nos coincide un grupo que todavía no ha tocado techo. Estos jugadores pueden dar más. Son jóvenes. Seguirán creciendo. Pienso que tenemos un muy buen bloque para tratar de salvarnos".