"Estos partidos se suelen decidir por detalles, así que exigen estar los 90 minutos con la concentración a tope". Quien afirma esto es el hombre-promoción del Alondras, un Aitor Díaz que ya disputó hasta en cuatro ocasiones la fase de ascenso en las filas del Cerceda y que ahora afronta la quinta con el cuadro cangués. "Hay que pensar en que es un premio, así que tenemos que disfrutarlo sin presión y llegar hasta donde podamos", añade. Sus palabras las suscribe al cien por cien otro de los veteranos del equipo, Jesús Varela, con dos fases a sus espaldas (Bouzas y Ferrol), ambas saldadas con el ascenso. "Si llega el tercero, bienvenido sea", bromea, antes de apuntar que el conjunto rojiblanco ya ha afrontado recientemente encuentros de esa entidad "ante Bergantiños o Arosa. Eran partidos que bien podían haber sido de play-off".
Mauro y Martín, los únicos supervivientes en la plantilla de la última promoción del Alondras en 2012, cuando se midió a Cayón y Racing de Santander B, hablan de la importancia de pensar en una eliminatoria a 180 minutos. "No podemos ir a lo loco porque un gol en casa te mata para la vuelta. Lo importante es no encajar aquí", señala el capitán, mientras que el portero pone de manifiesto que "el partido de aquí será de tanteo, y en él no podemos tirar la eliminatoria por la borda. Hay que dejar la eliminatoria abierta para la vuelta".
Pardavila, que disputó la fase y ascendió con el Bouzas la pasada temporada, subraya que "hay que pelear hasta el minuto 185. Primero tenemos que centrarnos en casa, sacar el mejor resultado posible, y luego mantenerlo o incluso mejorarlo en Langreo. Y conservar la portería a cero es importantísimo". También Hortal, como buen portero, señala el no encajar como determinante. "En casa tenemos que ser fuertes como hemos hecho todo el año. Hay que hacer un buen papel para ir con confianza fuera", manifiesta el meta, que ya disputó play-off con el Tenerife B y con el Compostela, si bien este último no llegó a jugar. La veteranía de Iván Pérez le lleva a asegurar que "hay que afrontar estos encuentros como los demás. Nos hemos planteado todo el año cada partido como una final y esto es lo mismo. Si luego mantenemos la portería a cero, mejor. Y si no es así, tendremos que hacerlo aún mejor a la vuelta, siempre partiendo del trabajo y la humildad". El mediapunta jugó fase con el Laracha y dos con el Deportivo B (una a Segunda B y otra a Segunda División A, aunque en esta última no tuvo minutos).
Todos ellos se muestran dispuestos a arropar a aquellos compañeros que se estrenan en estas lides, si bien no creen que sea necesario. "Nervios hasta los tengo yo porque jugar estos partidos es una ilusión. Es señal de que estás vivo", afirma Pardavila. "La preparación psicológica es muy parecida a la de las dos últimas semanas de Liga, antes de jugar contra Arosa y Bergantiños", añade Mauro. Martín destaca que se trata de una gran experiencia a todos los niveles y recuerda la que ya vivió en 2012. "No solo son los partidos, sino también el hecho de viajar, de dormir fuera... Tienes la sensación de ser un futbolista medio profesional", afirma, y añade que "además jugamos la segunda eliminatoria contra el Racing en El Sardinero y eso no se olvida". "Tenemos que ser ambiciosos y llegar lo más lejos posible. ¿Por qué no vamos a soñar?", se pregunta.
