El Frigoríficos del Morrazo continuará la próxima temporada en la Liga Asobal salvo sorpresa mayúscula. Lo hará después de haberse impuesto esta tarde al Fertiberia Puerto Sagunto por 28-20 en un extraordinario encuentro en el que no solamente sumó los dos puntos sino que también se llevó el golaverage particular, enviando al cuadro levantino a la División de Honor Plata. Al Cangas le basta sumar un punto ante Huesca y Ángel Ximénez Puente Genil o bien que el MMT Seguros Zamora pierda alguno en los tres encuentros que todavía le quedan para finalizar la competición. La permanencia, aunque no matemática, es prácticamente real.

El duelo de esta tarde fue el colofón perfecto a un nuevo milagro cangués. Serra ha conseguido inculcar sus ideas a una escuadra que se ha convertido en un auténtico muro en defensa y que poco a poco ha ido soltándose en ataque. Con esas armas y un pabellón de O Gatañal lleno y absolutamente entregado para la causa, el choque comenzó a decantarse muy pronto para los locales. Una salida en tromba con Moyano apareciendo permitó un 4-1 de parcial que permitió a los de O Morrazo manejar el duelo con relativa comodidad. El Frigoríficos brilló ofensivamente, con Chapela dirigiendo con acierto, un excelente Muratovic y Cerqueira reinando en la línea de seis metros. El Puerto Sagunto no se achicó e insistió en el juego con el pivote Prendes para hacer la goma y mantenerse en un margen de dos y tres goles. Así se llegó al descanso (15-12).

En la reanudación los visitantes echaron el resto aprovechando las pérdidas de balón canguesas y voltearon el electrónico (16-17, minuto 40). La reacción de las gradas de O Gatañal fue inmediata, incrementando decibelios y coreando el "Cangas, Cangas". La del equipo en la pista también, devolviendo la ventaja (18-17) pero perdiendo a Chapela por lesión en una dura entrada de Querín. La baja del pontevedrés fue un acicate aún mayor. Sin Rubén, lesionado, Vujovic asumió galones en dirección y lanzamiento y comandó a los suyos (24-18, minuto 51). El Cangas tenía cerca no solamente la victoria sino también la posibilidad de llevarse el golaverage (en la primera vuelta había perdido 31-26) y le entró cierto nerviosismo. El duelo se convirtió en un correcalles que ni siquiera pudo frenar el tiempo muerto del entrenador local (24-19, minuto 55). Pero con 24-20 el Frigoríficos sacó fuerzas de flaqueza y metió una marcha más para acabar pasando por encima de un rival hundido. Y O Gatañal, que demostró que nunca se rinde, celebró la gesta a lo grande.