20 puntos. Ese es el horizonte en el que el nuevo entrenador del Frigoríficos del Morrazo, Magí Serra, sitúa la permanencia y, por tanto, el objetivo que quiere alcanzar en los próximos meses. Así lo manifestó en su presentación oficial como técnico cangués, que se desarrolló este mediodía, poco después de finalizar su primer entrenamiento con los que son sus nuevos pupilos a partir de ahora. El preparador catalán, ex de Pozoblanco, Villa de Aranda, Szese Gyor y Balmazujváros, entre otros, agradeció al presidente de la entidad, Manuel Camiña, "esta oportunidad" y reconoció la ilusión que le produce trabajar en Cangas, "un sitio en el que se vive el balonmano. Ha sido un regalo de Reyes y estoy preparado y con ganas de poder empezar ya y tirar adelante con este proyecto".

Serra asegura haberse encontrado con un grupo "muy receptivo, con muchas ganas", al que le ha pedido un plus de compromiso para incrementar el número de entrenamientos en sesiones de mañana y tarde durante las próximas semanas. Mañana la escuadra canguesa disputará su segundo amistoso de esta minipretemporada, enfrentándose a domicilio al Club Balonmano Arroyo de la Encomienda (Valladolid). El test servirá, según manifestó el técnico, "para ir viendo actitudes, y eso hay que vivirlo en los partidos porque con los vídeos es complicado de notar".

Lo que parece estar completamente abierta es la posibilidad de incorporar a uno o incluso dos refuerzos. Serra se remitió a Manuel Camiña, toda vez que ambos solamente mantuvieron una conversación el lunes por la noche. El presidente del Balonmán Cangas reconoció que tras la marcha de Serafín "necesitamos un jugador y vamos a tratar de buscarlo en el mercado, aunque también sabemos que en esta época es difícil". La salida del lateral derecho deja a Potic como único hombre especifico en este puesto, pero sobre todo merma el bloque defensivo cangués, que puede precisar de un refuerzo que se una a los Cerqueira, Cancio o Pablo Castro.