Defensa y contragolpe. Son el ABC del balonmano y la fórmula mágica para cualquier equipo, desde grandes como Barcelona o Ademar a los más humildes. Y es también la que utiliza el próximo rival del Frigoríficos del Morrazo, el Atlético Valladolid, en la debe ser la temporada de su afianzamiento en la Liga Asobal. El conjunto cangués se encontrará enfrente a una escuadra que apuesta por un elevado ritmo de juego, algo que tampoco disgusta a los hombres que dirige Víctor García, "Pillo", por lo que la batalla que se declarará en el polideportivo Huerta del Rey promete ser a la carrera, de esas en las que solo vale golpear y no se toman prisioneros.

"Se pasan todo el partido corriendo", resume de forma gráfica el preparador del Cangas. Es el sello del equipo de Nacho González, que ha sabido conjugar la aportación de veteranos como Javi Díaz, Diego Camino, Fernando Hernández y Viscovich con la pujanza de algunos de los más prometedores talentos del balonmano nacional, caso del pivote Serdio, el central Adrián Fernández o el lateral Rubén Río. Las comparaciones con el Frigoríficos son evidentes, solo que los cangueses optan por el mercado gallego y los castellanoleoneses, con mayor poder económico, amplían sus fronteras. De hecho, en el Valladolid militan algunos jugadores que estuvieron en la órbita del Frigoríficos, como es el caso de los laterales Río, Víctor Rodríguez e incluso el recién llegado Héctor González. Y es que incluso en la clase media-baja hay categorías.

Mantener la plantilla ha sido el éxito de un Valladolid que ha sabido reforzarse con algún retoque para dar ese salto de calidad. Así, su defensa cuenta este año con un especialista como Alejandro Garza, que comparte bloque central con los pivotes Serdio o Nico López. Su defensa es un 6-0 profundo, con bastante disuasión, y amparado en la inspiración de Javi Díaz, que suple su menor explosividad con el paso de los años con inteligencia y anticipación.

Ofensivamente el exjugador del Aranda Adrián Fernández ha encontrado en Valladolid el lugar idóneo para seguir creciendo al amparo de un histórico como Diego Camino. El joven jugador se ha hecho con los mandos de la escuadra castellana y apunta a una buena campaña. Pero el éxito ofensivo pasa por la continuidad y la velocidad en la circulación de balón. Los de Nacho González tienen variedad de recursos, con el lanzamiento exterior de Río y Víctor Rodríguez, la capacidad de penetración de Adrián o la buena finalización de los extremos. Mención aparte merece Abel Serdio, uno de los pivotes jóvenes más interesantes de la Liga, con buenas manos y al que sus compañeros buscan en momentos de apuro.

Las estadísticas de los vallisoletanos hablan de un reparto de responsabilidades. Río es el máximo artillero, con 16 tantos, nueve de ellas logradas en el último partido ante el Granollers. Serdio ha logrado 12 y tanto Adrián Fernández como Fernando Hernández 11 cada uno. El vigués Víctor Rodríguez 10. Y un dato más, de sus 88 dianas ha logrado 14 de ellas al contragolpe, una suerte en la que ya han mojado ocho de sus jugadores.