El acuerdo con la fundación de Marco Antonio Oneto prevé que los cinco jugadores estarán en Cangas y Bueu hasta el final de la primera vuelta de la competición, a mediados de diciembre. Durante ese tiempo podrán entrenar y jugar con los equipos de Primera Nacional de ambos clubes y existe la posibilidad de prorrogar su estancia en O Morrazo hasta final de temporada, para que también puedan jugar la segunda vuelta liguera. "En ese caso tenemos que comunicarlo a la fundación a principios del mes de noviembre para que puedan iniciar las gestiones con la federación y el Comité Olímpico de Chile", apuntan desde el Balonmán Cangas.

La directiva canguesa está convencida de que su presencia es beneficiosa para ambas partes. "Los jugadores pueden progresar en su formación y su participación sirve para reforzar y dar más nivel al Bueu Atlético y al Luceros. Estamos hablando de jóvenes que han jugado un mundial junior y que tienen calidad", aseguran desde el Frigoríficos del Morrazo.