Cuatro jornadas disputadas y cero derrotas. El Alondras mantiene su estatus de invicto en un arranque de temporada ilusionante para la escuadra que dirige Antonio Fernández. La igualada lograda ante el Vilalonga permite a los de O Morrazo continuar en la zona alta de la clasificación, pero, sobre todo, ganar tranquilidad para armar un proyecto muy remozado con respecto a la campaña pasada. Los cangueses son uno de los tres equipos que aún no conocen la derrota en la competición, honor que comparten con Vilalonga y Ourense, dos de las escuadras a las que ya se ha enfrentado.

"Estoy contento porque el equipo sigue demostrando que compite y se encuentra a gran nivel", afirma el técnico, que no obstante tenía un sabor un tanto agridulce por haber cosechado únicamente un punto. "Fuimos superiores a ellos y encaramos el partido para ganarlo, pero ellos aprovecharon la única oportunidad que tuvieron y fuimos a remolque", señala, destacando que "demostramos poder de reacción y eso es muy importante, porque contra un equipo con cinco atrás y otros tres jugadores defensivos en mediocampo era difícil jugar". Fernández no rehuyó la autocrítica y asegura que su equipo debe mejorar en algunos aspectos, especialmente de tres cuartos de campo hacia adelante. "Hay que mejorar en la toma de decisiones. Tuvimos muchos acercamientos, pero no acertábamos con el pase adecuado", dice. Además, tampoco hubo excesiva puntería, "porque tuvimos ocasiones claras y si nos hubiésemos puesto por delante nos habría facilitado las cosas".

Con todo, el preparador del Alondras se queda con las caras de los suyos al finalizar el encuentro. "Estaban un tanto alicaídos, y eso es bueno, porque teníamos la sensación de perder dos puntos, no de haber ganado uno. No se pudo ganar y un punto es positivo, pero para hacerlo bueno tenemos que ganar el domingo al Arenteiro", manifiesta. Los de O Carballiño han disputado solo tres duelos con un balance de una victoria, un empate y una derrota.

Por lo demás, el choque de Vilalonga permitió la primera titularidad de Pablo Salgueiro, que se desempeñó como mediocentro e incluso como lateral izquierdo, haciendo gala de su polivalencia. El futbolista procedente del Celta ya había disputado minutos saliendo desde el banquillo ante Negreira y Ourense y participó en el engranaje que Antonio Fernández dispuso para un campo que conoce a la perfección. El técnico apostó por el poderío físico con tres centrales y Abel y Pablo Salgueiro por delante de ellos para contrarrestar el juego directo del Vilalonga, una apuesta que le salió a la perfección y que es muestra de la variedad de recursos de la polivalente plantilla de O Morrazo.

Por el momento el técnico ya ha empleado a 16 futbolistas en la titularidad. Los tres restantes, el portero Hortal, el mediocentro Michael García y el delantero Viñas son los únicos que aún no han disputado un solo minuto en Liga.