No pudo ser. El sueño del Frigoríficos del Morrazo de colarse por vez primera en su historia en unas semifinales de la Copa del Rey duró solo 50 minutos. Los que el conjunto cangués consiguió minimizar la enorme diferencia, tanto en plantilla como en potencial económico, que lo separa del Naturhouse la Rioja. El 32-27 final no refleja la tremenda igualdad de un partido en el que la escuadra que dirige Víctor García, "Pillo", tuteó a su rival y dominó el marcador, si bien es cierto que con rentas mínimas. Y sin renunciar a su idea inicial de repartir minutos entre todos los integrantes del equipo.

La salida del Frigoríficos fue la soñada, la de un equipo en buena forma que se agarró al marcador y que no dio la más mínima opción a los riojanos para que se fuesen en el electrónico. Ni mucho menos. El Cangas, desatado, llegaba a marcar diferencias (4-7, minuto 10). Una exclusión de Potic y algún error de lanzamiento permitieron a los de Jota González equilibrar el choque (10-10, minuto 20) pero solo para que este se convirtiese en un intercambio de golpes con predominancia de los ataques sobre las defensas. Vujovic, al filo del descanso, permitía a los suyos retirarse a vestuarios un gol arriba (17-18).

En la segunda mitad el sueño continuó. Al Cangas apenas puede achacársele su desacierto desde los siete metros (5/9 en todo el encuentro). En el resto hizo todo lo que debía e incluso más. El Naturhouse amenazó con romper el choque (23-21, minuto 42), pero enseguida los de O Morrazo volvieron a engancharse (23-23, minuto 44). En el minuto el electrónico reflejaba un empate tan inesperado como ilusionante (25-25). Pero ahí acabó e sueño del Frigoríficos. Casi siete minutos sin marcar lo condenaron a encajar un parcial de 4-0 que, a esas alturas del partido, fue prácticamente definitivo (29-25, minuto 56). El Naturhouse aseguró su botín e incluso engordó un marcador cruel para los de Pillo.