O Gatañal dictará sentencia. El Frigoríficos del Morrazo cayó por 26-23 en la ida de la cuarta eliminatoria de la Copa del Rey ante un Villa de Aranda que supo explotar mejor su acierto en la recta final. La derrota deja un sabor agridulce en una escuadra canguesa que mereció más pero a la que la fortuna le dio la espalda en los momentos decisivos.

Y es que el Cangas completó un partido muy serio en el que solo naufragó en el arranque del segundo tiempo. Hasta entonces supo sufrir en defensa y encontrar buenas soluciones en ataque, si bien no tuvo el día en el lanzamiento. Los palos -hasta cinco balones estrelló en la madera- y Ledo taponaron las opciones morracenses. Con todo, los augurios son positivos para el choque de vuelta, que se disputará el sábado en el pabellón de O Gatañal.

El choque comenzó a un ritmo trepidante, con un intercambio de golpes entre dos conjuntos que en apenas tres minutos ya habían anotado seis tantos (3-3). El Aranda mantuvo el nivel y logró su primera renta peligrosa (6-3, minuto 6), obligando a Víctor García, "Pillo", a modificar su sistema defensivo para situar un 5.1 con Rubén Soliño de avanzado. La táctica dio resultado, ya que el Cangas se asentó atrás y los locales comenzaron a tener más problemas en ataque. Los brazos de Potic y Milosevic aparecieron y el choque se equilibró (6-6, minuto 13), con el Aranda estirando la goma y el Cangas aguantando el tirón (8-6, 9-7).

Hermones aportaba bajo palos y la entrada de David Iglesias en los minutos finales del periodo inicial refrescó a los suyos, con tres goles consecutivos que permitieron a los de O Morrazo irse al descanso con ventaja (14-15).

El paso por vestuarios desconectó, sin embargo, por completo al Frigoríficos, que tardó ocho minutos en anotar. Las pérdidas de balón, los palos y Ledo castigaron al equipo visitante, con Pillo pidiendo tiempo en el minuto 34. El Aranda dio la vuelta al electrónico (17-15) y al Cangas le tocó remar contracorriente (17-16, 19-16, 20-17). Sin desesperar, los de Pillo se pusieron a tiro (20-19, 21-20) y tuvieron varias opciones para igualar. Pero ni David Iglesias, ni Muratovic, ni Cerqueira, ni Suso Soliño desde los siete metros lograron establecer las tablas. Los de Álvaro Senovilla no perdonaron y llegaron a alcanzar su máxima diferencia (25-21, minuto 58). Muratovic apareció para recortar y volvió a hacerlo a falta de cinco segundos para dejar el marcador en el 26-23 definitivo.