Dura derrota la cosechada por el Alondras en la tarde de ayer, lo que le hace terminar la jornada en puesto de descenso, con los arrastres de Segunda B. Los morracenses, no sacaron provecho a su superioridad numérica desde el minuto 55 de encuentro. Ni Alondras ni Silva, ofrecieron un buen partido, que se decidió en jugadas a balón parado. Poca movilidad, poco criterio con el balón y muy pocas ideas en enlazar alguna jugada con peligro, por parte de los dos conjuntos. El más necesitado de los dos, eran los cangueses, pero ambos conjuntos, apostaron más por la seguridad en defensa, que en facetas ofensivas. Solamente algún disparo lejano, que no encontraba portería, lo único que se miraría en los primeros cuarenta y cinco minutos. Al filo del descanso, una falta lateral, servía para que el Silva, se adelantara en el marcador, al rematar Lema, un balón colgado. Comenzaba la segunda mitad, con un Alondras obligados ofrecer algo más de lo que estaba exhibiendo, si quería sumar algo positivo. Su oportunidad la tuvo, con la expulsión (algo discutible) de Lema, por una entrada por detrás. La consiguiente falta, serviría para que el Alondras igualara la contienda, por mediación de Fiuza, que se aprovechaba de una mala salida de Guillermo. Superioridad numérica y el empuje de lograr la igualada, daba aires a los locales , que aunque sin crear peligro serio, si acorraló a su rival, sobretodo atacando una y otra vez por banda izquierda, ante la debilidad de su rival, en esa zona del campo, por la expulsión de Lema. Poco a poco ese dominio, se iba diluyendo con el paso de los minutos, ante un Silva, mejor asentado y un Alondras, que no encontraba manera de llegar con verdadero peligro. Interrupciones y algún momento de nerviosismo, fueron favoreciendo al Silva, que no daba por malo el empate. De nuevo de una acción a balón parado, esta vez de un saque de esquina, llegaba el gol que decidiría el partido. Tras un primer remate, el colegiado decretaba la pena máxima, por unas manos de un defensor. Renán, batía a Brais desde los once metros. A la desesperada y con continuos centros al área, el Alondras, lo intentó hasta el pitido final y tuvo una gran oportunidad.