Hay que remontarse hasta la quinta jornada de liga, allá a finales del mes de septiembre para encontrar la última derrota del Moaña. A partir de entonces el conjunto entrenado por Pereira ha experimentado una progresión continúa que le ha aupado hasta la zona noble, con cinco triunfos, cinco empates y 21 puntos de los 30 en juego en las últimas diez jornadas. Aún así el conjunto de O Morrazo mantiene intacta su ambición y Pereira no duda a la hora de asegurar que "no firmaría" la actual situación a principios de temporada. "Está claro que el objetivo es la salvación, pero hay que ser ambiciosos y aspirar a mejorar domingo a domingo para convertirnos en un rival difícil de batir".
Los números son solo eso, números y estadísticas que están para romperse. Pero de momento indican que el Moaña va en el buen camino. Desde la última derrota [1-2, ante el Valladares] acumula diez jornadas consecutivas sin perder, en las que ha encajado solo cinco goles y ninguno en los tres últimos encuentros ante Estradense, Alertanavia y Nogueira de Ramuín. Esto convierte al Moaña en el segundo equipo menos goleado de la categoría, con 13 tantos en contra (igualado con el Ourense) y solo por detrás del Arenteiro, que es el líder de la Preferente y solo ha encajado nueve goles.
El último encuentro de los moañeses fue ante el Nogueira, un partido con un sabor agridulce. La parte positiva es que los de Pereira continúan esa excelente racha de resultados, pero la parte negativa es que el Moaña hizo méritos suficientes para llevarse los tres puntos y no consiguió el triunfo. "En el primer tiempo tuvimos hasta cuatro ocasiones muy claras, con un mano a mano de Omar, una jugada entre Yelko y Róber, un balón que le sacan Róber ya bajo los palos y otra acción de Cubas", enumera el técnico. Tras el descanso el Nogueira salió más enchufado, quizás aprovechando la confusión moañesa ante lo que había fallado en los primeros 45 minutos y Samu tuvo que realizar alguna buena parada para mantener su portería a cero.
El Moaña reaccionó a tiempo y volvió a disfrutar de ocasiones, incluyendo un gol anulado a Yelko por una posible falta previa de Róber. "Nos fuimos fastidiados y penalizados porque gozamos de ocasiones suficientes para llevarnos los tres puntos; hay otros partidos que con menos consigues el premio", se lamenta Pereira, haciendo gala de la ambición que le reclama a su equipo.
