Mucho más alejado de los focos que el masculino pero con una excelente progresión en sus diferentes modalidades, el fútbol femenino se va haciendo poco a poco con el reconocimiento que se merece. Uno de los mejores ejemplos lo protagonizó el equipo español de fútbol playa, que ayer recibió un homenaje en la sede de la Real Federación Española con el presidente de la institución, Ángel María Villar, al frente. El motivo, la consecución del primer Campeonato de Europa el pasado mes de julio en la localidad portuguesa de Cascais al imponerse en la final a la selección de Suiza por 2-1.
La comitiva contó con la presencia de la canguesa Heba Bermúdez, una de las especialistas en este deporte con el que, en los últimos tiempos, ha cosechado diferentes éxitos tanto a nivel de equipos -sin ir más lejos se proclamó campeona de España de clubes con el Bala Azul en el mes de septiembre- como con el combinado nacional. La jugadora, de 37 años de edad compartió experiencia con sus compañeras, entre ellas las también gallegas Andrea Mirón, Sara González y Cárol González. Primero todas ellas junto al seleccionador nacional, Joaquín Alonso, tuvieron la oportunidad de departir unos minutos con Villar y algunos de los directivos de la Federación en el acto más oficial. En el mismo el dirigente les hizo entrega de un ordenador portátil para cada una como recompensa por sus éxitos.
Más tarde, jugadoras y técnico tuvieron la oportunidad de visitar el Museo de la Selección, donde se exponen todos los trofeos ganados por los combinados nacionales, y donde lucía su título europeo junto a un balón firmado por todas las futbolistas. No faltaron las fotografías de recuerdo de rigor, que sirvieron como aperitivo, y es que después llegó el momento de compartir mesa y mantel, en una comida celebrada en la propia Ciudad del Fútbol de Las Rozas.
