No hubo historia en O Gatañal. El Fútbol Club Barcelona aplicó el rodillo para imponerse de forma contundente (23-42) a un Frigoríficos del Morrazo que ofreció un buen balonmano por momentos y que acabó el partido con sensaciones positivas, algo que era prioritario para su técnico, Víctor García, "Pillo". La efectividad en el lanzamiento en el primer tiempo y la buena actuación a nivel individual de hombres como Pablo Castro, Paulo Dacosta o incluso Nikola Potic deben servir de espaldarazo anímico a un equipo que en las dos próximas semanas afronta auténticas finales ante el Liberbank Ciudad Encantada y el Benidorm.

Pillo siguió al dedillo el guión anunciado y repartió minutos entre los menos habituales para dar bastante descanso a hombres como Cerqueira (ayer únicamente en tareas defensivas), Muratovic, David García o Suso Soliño. Así, Rubén ejerció como director de orquesta y Pablo Castro actuó de pivote y como uno de los defensores centrales. Con esta atípica configuración, el Frigoríficos no comenzó mal, llegó a tener ventaja (3-2, minuto 4) y aguantó el tirón hasta poco después (4-4, minuto 6).

Sin embargo, y a pesar de que los lanzamientos locales encontraban portería, las pérdidas de balón eran -hasta 11 en el primer tiempo- eran un lastre demasiado pesado ante la potente escuadra de Pasqui, que las castigaba con rápidos contragolpes. Los blaugrana se estiraban (4-7, minuto 8), pero el Cangas hacía la goma (10-13). Al cuadro visitante le bastaba por entonces el excepcional momento de Dika Mem, infalible desde el lateral derecho e imparable para el 6.0 cangués.

Pero la concentración del Cangas duró 18 minutos. La entrada de Syprzak y Andersson le dio más opciones a los suyos y el Barça marcó su máxima diferencia hasta ese momento (11-17, minuto 22, con tiempo de Pillo). El Barcelona ya estaba lanzado y los locales no pudieron engancharse antes del descanso (12-21).

En la reanudación el Frigoríficos volvió a estar a buen nivel, explotando el extremo izquierdo con Paulo Dacosta y el dinamismo de Rubén (17-25, minuto 39). Lo justo para despertar de nuevo a la bestia, que se estiró aprovechando el acierto de Saubich (17-29, con nuevo tiempo de Pillo, minuto 43).

Restaba un mundo y el engranaje blaugrana estaba a pleno rendimiento ante un Cangas al que el partido se le hacía muy largo ante un conjunto muy superior tanto en el apartado técnico como en el físico. El Barça machacaba desde los seis metros -primero con Noddesbo, luego con el gigante Syprzak- y los de Pillo chocaban contra una defensa más afinada y que ahogaba las líneas de pase hacia los seis metros. Al final, el público de O Gatañal supo premiar a los suyos con una merecida ovación por el esfuerzo realizado.