El Moaña dio una de las sorpresas de la última jornada de liga. El equipo de Pereira se impuso en el campo del líder, el Gondomar, un resultado que le sirve para sumar su segundo triunfo de la temporada y tomar aire en la clasificación. El gran objetivo ahora de los moañeses es "hacerse fuertes" en el campo de O Casal y encadenar una serie de resultados positivos para dar un salto a la parte más tranquila de la clasificación. "Para nosotros ganar en Gondomar fue muy importante, pero tenemos que hacer buenos esos puntos. Y para eso tenemos que ganar el domingo en casa", advierte Pereira.

La victoria ante el hasta entonces líder es un bálsamo que permite cortar una racha de dos derrotas consecutivas. Más allá del resultado el técnico destaca el juego y la actitud de su plantilla. "Hasta ahora, salvo con el Porriño, no fuimos inferiores a ningún rival. El domingo al Gondomar le ganamos en intensidad y en todos los duelos individuales", alaba Pereira. Precisamente la intensidad era una de las señas de identidad del líder hasta que se cruzó el domingo con el Moaña. "Cuando superas a un equipo como el Gondomar en la que es su máxima virtud habla muy bien de nosotros", reconoce.

El siguiente escollo en el camino de los moañeses es el Ourense, un rival que Pereira califica como "complicado". Hasta la fecha solo ha perdido un encuentro. "Es un conjunto al que es difícil generarle ocasiones de peligro y encaja pocos goles", apunta el entrenador de los moañeses. El Moaña prepara ya ese encuentro (domingo, a las 17.00 horas) sabiendo que volverá a tener bajas importantes. El central Toni Benavides aún no está listo para regresar, Darío Martínez estará ausente debido a motivos laborales y ahora mismo Pol es seria duda. El jugador arrastraba molestias físicas y recayó durante el entrenamiento del martes. A ellos hay que sumar a Dieguito, que es baja desde finales de la temporada pasada y sigue con su proceso de recuperación. Aún así Pereira no busca excusas y sostiene que cuenta "con una plantilla compensada y para tirar para adelante". Hasta ahora su punto débil ha sido el proceso de adaptación a una categoría como la Preferente. "Somos un equipo con muchos jugadores nuevos, en una categoría nueva y aún estamos en ese proceso de adaptación. Los jugadores entrenan y trabajan bien y en ese sentido no hay queja", afirma el técnico. Por ello recalca la importancia de los partidos en el campo de O Casal, una de las claves que permitió lograr la temporada pasada el ansiado ascenso a la Preferente Autonómica.