Un nefasto inicio de partido condenó al Frigoríficos del Morrazo a la derrota ante el Fraikin Granollers en un encuentro en el que se vio abocado a remar contracorriente. Los cangueses tuvieron 20 minutos para olvidar, especialmente en la parcela ofensiva, y fueron castigados sin piedad por los de Carlos Viver, que explotaron su velocidad al contragolpe para gozar de una ventaja de hasta nueve goles (5-14). La reacción posterior de los cangueses no fue suficiente, muy condicionados por el resultado y por una de las peores actuaciones arbitrales de los últimos años en O Gatañal. Y es que la pareja formada por Álvarez Menéndez y Friera Cavada, considerada una de las más prometedoras del balonmano nacional, pareció llegar al pabellón cangués con la intención de demostrar que no les afectaba el ambiente, y acabó encadenando un carrusel de errores que en su mayoría perjudicaron al equipo local.

Pillo sorprendió de inicio con dos novedades en su siete. Ofensivamente fue la presencia de Eloy en el lateral izquierdo, y en defensa fue el bloque central, formado por Serafín y Cerqueira, desplazando a Milosevic a un lateral, algo que ya había hecho en Huesca. Sin embargo, los cangueses únicamente pudieron disfrutar poco más de un minuto de ventaja, lo que les duró el 1-0 inicial. A partir de ahí la defensa del Granollers impuso su ley ante un ataque del Cangas muy plano, con numerosas imprecisiones que eran castigadas con velocidad por los vallesanos. Así las cosas, Pillo tuvo que pedir tiempo con apenas seis minutos de juego (1-4).

El panorama, lejos de mejorar, se hizo más y más sombrío. Una incomprensible exclusión de Serafín y un par de decisiones más ayudaron a un cuadro catalán que parecía no necesitar de demasiadas ayudas. Cabanas destrozaba a los locales al contragolpe o desde los siete metros y la distancia se ampliaba (5-14, minuto 19). Los locales mejoraron un tanto con el 5.1 y comenzaron a encontrar opciones de segunda oleada, mientras que Cerqueira aportaba desde los seis metros. Por entonces, los árbitros ya habían iniciado su recital de faltas en ataque -hasta siete pitaron al Frigoríficos- impidiendo a los locales acercarse un poco más en el marcador (11-17 al descanso).

En la reanudación, y con Muratovic al frente de las operaciones el Cangas amenazó (14-18, minuto 39). Hermones brillaba en portería y los locales metían una marcha más al encuentro. Pero cada vez que los de Pillo tenían la opción de ponerse de nuevo a cuatro tenían la fortuna de espalda. Errores en lanzamientos claros o bien faltas en ataque, con un criterio completamente distinto en las dos áreas. El Granollers supo resistir y encontrar a Kasal o a Silva cuando era necesario. Viver preparó los últimos seis minutos con un tiempo (20-25) y esa fue la sentencia definitiva. El Cangas ya no compareció y el Granollers alargó el marcador a un resultado más abultado de lo merecido.