- Con el cartel que trae y su trayectoria, la afición de O Morrazo le exigirá goles. ¿Es consciente de ello?

- Sí. Conozco a la afición de Cangas y sé que es una afición exigente, pero también que le gusta apoyar e ir al campo. Espero corresponder. Que las cosas salgan bien y podamos disfrutar tanto los jugadores como los aficionados.

- Por sus conocimientos del grupo gallego de Tercera División, ¿qué objetivos se tendría que marcar el Alondras?

- La meta es ir partido a partido. Intentar disfrutar en el campo para que la gente disfrute. Está claro que no podemos pensar que los encuentros se van a ganar solos. Seguro que hay 8 o 10 equipos que quieren estar en el playoff de ascenso, pero al final solo pueden estar 4. Tenemos que ir poco a poco. En dos o tres meses veremos en donde estamos. Pero al final los objetivos nos lo marcarán nuestra posición en febrero y marzo.

- Explotó como futbolista en un momento en el que el Celta no apostaba por la cantera. ¿Pensó alguna vez que su carrera sería distinta unos años después?

- No son cosas que piensas. Son circunstancias del fútbol. Me tocó una época muy buena del Celta en la que habían grandes jugadores y un gran equipo. Disfruté de esos momentos aunque fue una pena no poder estar más tiempo en el campo. Me vino una oportunidad muy bonita para ir a Inglaterra.

- ¿Dónde tiene guardadas la medalla y la bota de oro del Campeonato del Mundo Sub-20 de 1999?

- (Risas). En casa. Están en una vitrina bien guardadas para que las vean los hijos.

- ¿Mostovoi fue el mejor jugador con el que jugó?

- Era puro talento. Un espectáculo verlo jugar. Pero en la Selección Sub-20 compartí equipo con Xavi Hernández, que tampoco era mal jugador (risas).