El encuentro de ayer entre el Unión Dena y el Beluso estaba a punto de concluir con una importante victoria para los buenenses cuando una incomprensible acción de uno de sus jugadores, Juan Agustín Martínez, provocó que el árbitro suspendiese el partido. En el minuto 88 el colegiado, Daniel Castro, le mostró la segunda tarjeta amarilla al delantero del Beluso y la reacción del jugador fue la de propinarle una bofetada al árbitro. Los dos equipos intentaron que se reanudase el partido, algo a lo que se negó el juez, y ahora será la federación la que decida si hay que jugar los dos minutos restantes o si da el encuentro por terminado. Lo que parece evidente es que el futbolista se arriesga una dura sanción y lo más probable es que no vuelva a jugar en lo que resta de temporada (quedan dos partidos).

La acción polémica llegó en el minuto 88, después de un partido sin ningún tipo de incidente y en el que el Beluso ganaba 0-2 con de goles de Rouco y Nacho, cada uno justo en el arranque del primer y segundo tiempo. Juan entró en el minuto 75 de encuentro en sustitución de Barre y en el minuto 82 vio la primera tarjeta amarilla por una acción de juego. En el minuto 88 sus airadas protestas por otra jugada en el área del Dena provocó que el árbitro le mostrase la segunda cartulina, lo que significaba su expulsión. Sin mediar palabra y ante la sorpresa general el jugador se acercó al colegiado y le dio una bofetada. Ante esta acción Daniel Castro Val suspendió el encuentro y se negó a que se reanudase. "El partido queda suspendido, ahora que decida la Federación", fue lo que transmitió a ambos equipos. Tanto el presidente del Beluso, Eloy Torres, como el entrenador, Rafa Villaverde, se dirigieron al árbitro para solicitar disculpas por la acción del jugador buenense. Por su parte, fuentes del Unión Dena manifestaban que no es la primera acción violenta del jugador en la que de una u otra manera se ven involucrados. A principio de temporada el futbolista estaba en el Bahía, también en este grupo de Primera Autonómica, y en el choque contra el Dena habría mordido a uno de sus jugadores, siempre según el Dena.

La sanción al jugador se conocerá en los próximos días, aunque es evidente que se enfrenta a un largo periodo sin jugar. El reglamento de la Federación Galega de Fútbol recoge que en el caso de una agresión calificada como grave se podría enfrentar a una suspensión de tres a seis meses. Se considera grave cuando la acción "fuese única y no originase ninguna consecuencia dañosa". En caso de que se califique como falta "muy grave", que según el reglamento es cuando la agresión tiene el "inequívoco propósito de causar daño y originando el hecho lesión de especial gravedad", la suspensión puede ser de entre tres y cinco años.