La derrota ante el Lalín y la semana de reflexión sin Liga han orientado al Domaio hacia un nuevo objetivo: Ser decimoséptimo. La escuadra que dirige Manuel Núñez centrará sus esfuerzos en eludir las tres últimas plazas de la categoría, las que acarrean el descenso directo, en lugar de marcarse metas más ambiciosas. "Creo que ese debe ser nuestro objetivo porque el rendimiento del equipo no da para más y crearse falsas expectativas no ayuda nada", señala el entrenador de los moañeses. "Tenemos que intentar no estar entre los tres últimos, y aún así no será nada fácil. El juego y los resultados no nos dejan ser lo optimistas que nos gustaría ser", añade el técnico.

El realismo, no obstante, no está reñido con la ambición. Núñez promete pelear hasta el final. "Mientras haya un resquicio hay que trabajar. No vamos a bajar los brazos", dice. Con tres descensos fijos, la situación en la Tercera División apunta a que pueda haber algún arrastre más. Ese será, sin embargo, un riesgo que el Domaio deberá correr. "Si estamos ahí aún tienes opciones si hay ascensos", recuerda el preparador. Con todo, los cálculos pasan ineludiblemente por conseguir victorias. "Necesitamos ganar, porque no estamos siendo consistentes en cuanto a resultados. Damos una de cal y dos de arena, y el tiempo va pasando", manifiesta, antes de apuntar que "cada vez quedan menos partidos y las posibilidades de salvarse son menores, así que hay que reaccionar".

Las derrotas ante rivales de la zona baja como Monterrey y Lalín han sido duros golpes, especialmente en el apartado anímico. "El partido ante el Monterrey nos hizo mucho daño, ya no solo por lo cuantitativo de los puntos sino por lo cualitativo. Fue un palo. Y ojalá me equivoque, pero puede pasar factura. La de Lalín también, pero ellos son un equipo histórico que ha fichado para salir de ahí, aunque tampoco lo está consiguiendo con continuidad en los resultados", señala.

Núñez subraya que "24 puntos son bastantes para poder hacer cosas, pero pensando en que vas a ganar. Hay que hacerlo sin importar el rival, y empezando por el domingo. La idea que quiero transmitir a la plantilla es la de ser muy fuertes en casa". Mantener la disciplina sin balón y mejorar el acierto ofensivo son los objetivos para emprender el camino hacia el triunfo.