El Frigoríficos del Morrazo conquistó ayer la pista del Bada Huesca en un encuentro trepidante, en el que por momentos el partido parecía poco menos que perdido para los cangueses. Los gallegos se repusieron de su nefasto arranque y consiguieron un valioso triunfo (27-29) que les permite cumplir su doble objetivo: mantenerse en la lucha por el quinto puesto, más aún después de la derrota de ayer del Villa de Aranda, y ampliar distancias con un rival que le seguía en la clasificación.

El inicio del encuentro de ayer no parecía presagiar nada bueno para los cangueses. Los primeros veinte minutos fueron probablemente de lo peor de la temporada, con un equipo frío y sin tensión competitiva. A eso se le unía un Huesca en estado de gracia y así se llegaba a un resultado de 10-3 en el minuto 18 de partido, después de encajar un parcial de 5-0. Sin embargo, el escenario cambio enseguida. La entrada en pista de Rubén Soliño y de Adrián Rosales, que volvió a jugar mermado por sus problemas en un dedo, le dieron un nuevo aire al Frigoríficos. Los goles de Adrián, Suso, Cerqueira y Muratovic, que de nuevo volvió a completar unas fases brillantes, junto al acierto de Yeray Lamariano en la portería sirvieron para lograr un parcial de 3-9, con lo que se llegó al descanso con 13-12 que dejaba todo abierto para el segundo tiempo.

La remontada aún se hizo esperar. El Huesca mantuvo su dominio durante los primeros compases de la segunda parte y volvió a estirarse hasta un 19-15 en el minuto 40. No obstante las sensaciones que transmitía el Cangas eran radicalmente diferentes a las del primer periodo. La entrada de David -que en la primera parte no estuvo especialmente afortunado-, la intensidad defensiva del 6.0 cangués, la aportación de Lamariano y de nuevo los goles de Suso, Alen, Cerqueira y Adrián sirvieron para voltear el electrónico [21-22, min.47]. Era la primera ventaja en todo el partido para los cangueses, que no volvieron a ceder el mando del electrónico. Fueron sin duda los mejores momentos del Frigoríficos del Morrazo, que llegó a ponerse con un 23-27 a menos de cinco minutos para el final.

Ese tramo final del choque se le hizo eterno a los jugadores de Pillo. El Huesca volvió a meterse en el partido gracias a algunas decisiones arbitrales y a los errores de los cangueses. A menos de 20 segundos para el final el Huesca logró ponerse a solo un gol del Frigoríficos (27-28). Los cangueses mantuvieron la cabeza fría y después de una serie de pases rápidos el balón llegó a Alen Muratovic, que se encargó de sentenciar el encuentro con su séptimo gol a escasos segundos del final.

La jornada de ayer fue redonda para los cangueses. Este triunfo, el primero de la segunda vuelta a domicilio, les permite sumar 26 puntos y empatar en la quinta plaza con el Villa de Aranda, que ayer cayó derrotado en la pista del Puerto Sagunto (29-24). Además, la cuarta plaza que ahora ocupa el Ademar queda a cuatro puntos puesto que ayer los leoneses se dejaron un punto en la pista del Benidorm. Los alicantinos remontaron tres goles en el último minuto y medio y empataron a 26 justo sobre la bocina.