"No hay tiempo para lamer las heridas porque eso no arregla nada. Tenemos que ver hacia adelante". Así de claro se expresa el entrenador del Domaio, Manuel Núñez, después de la dolorosa derrota sufrida ante el Monterrey, colista de la categoría, que aleja a los suyos un poco más de sus aspiraciones de permanencia. El preparador, no obstante, ni mucho menos arroja la toalla y asegura que "por supuesto que tenemos opciones. Quedan 33 puntos por jugar y esto aún va a dar muchas vueltas".

Núñez admite, no obstante, que el palo sufrido ante el Monterrey ha sido importante. "Nos hace daño, no solamente a nivel cuantitativo sino también cualitativo, pero tenemos que levantar la cabeza y tratar de recuperar al equipo para mantener la buena dinámica que tenemos", razona. El pinchazo frente a un farolillo rojo que parece casi sentenciado al descenso de categoría toca en lo anímico y por eso el mejor antídoto pasa, como señala el preparador de los de O Morrazo, por ganar al Marcón.

"La derrota duele, y más aún si es injusta", dice, antes de añadir que "era un partido que había que ganar sí o sí. Comentamos la importancia de marcar pronto para evitar los agobios al final y lo hicimos. E incluso pudimos habernos ido con más ventaja al descanso, por ocasiones, a pesar de que el juego no fue bueno". Sin embargo, en la reanudación todo se torció. "En apenas ocho minutos nos vemos perdiendo 1-2 y con un hombre menos. El partido se descontroló y en esas situaciones siempre saca más partido el equipo que no tiene nada que perder", reflexiona. Y apunta, asimismo, que "si encima perdonas acabas pagándolo. Lo malo es que ni los más pesimistas podían pensar en esto".

Núñez subraya que "quiero que el equipo juegue más al fútbol, aunque soy consciente de las dificultades que tenemos en casa porque es un campo pequeño. Me gustan los equipos protagonistas". De lo que no quiere oír hablar el entrenador del Domaio es de un posible cálculo de puntos necesarios para la salvación. "Eso sería equivocarse. De nada nos sirve pensar en esas cosas. Lo importante somos nosotros. Y si ganamos no hay por qué preocuparse porque nos salvaremos", señala. El técnico apunta que "soy optimista por naturaleza y creo en el trabajo. Estamos a un buen nivel y quiero que eso se vea reflejado. Quiero que mis equipos jueguen como entrenen y así nos irán bien las cosas".

De cara al choque ante el Marcón la única ausencia será la de Vasco, expulsado ante el Monterrey.