El Frigoríficos del Morrazo se impuso por 28-22 a la selección chilena en un encuentro en el que fue de menos a más y que básicamente le sirvió como un excelente test para ir recuperando sensaciones de cara a la segunda vuelta de la Liga Asobal. El conjunto morracense aguantó los embates del combinado que dirige Mateo Garralda y aplicó el rodillo en una gran segunda parte, y en especial en un último cuarto que se adjudicó gracias a un parcial de 9-2.

Y eso que Chile comenzó con fuerza, con una rápida circulación de balón y un Erwin Feutchmann que convertía en gol todo balón que tocaba. Las alternativas eran constantes en un choque en el que no aparecían las porterías (3-3, 7-7, 9-9) y en el que cuando lo hicieron fue para que Felipe García decantase el choque del lado de los visitantes, que de este modo llegaron al descanso con una interesante renta de dos goles (11-13).

En la reanudación Pillo apostó por meter una marcha más al encuentro con el saque rápido de centro y el Frigoríficos igualó (16-16, minuto 36). Los chilenos, sin Feutchmann en pista, vivían de lo que podían explotar al contragolpe (16-18) mientras Edu Salazar echaba el cerrojo en la portería local. David García igualaba de nuevo en dos grandes acciones (18-18) y los de Garralda volvían a tomar ventaja (18-20) en lo que era un toma y daca constante.

Casares no falló desde los siete metros y Cerqueira enganchó un balón en la línea para poner a los suyos por delante después de muchos minutos (21-20, con tiempo del técnico visitante). Y ahí el Cangas destapó el tarro de las esencias. Con Adrián y David García en plan estelar la diferencia se fue incrementando a favor de los locales ante un Chile que cometió demasiados errores en los minutos importantes. Ni una exclusión de Moisés cercenó la marcha de un Cangas que selló con su defensa un triunfo merecido.