La maquinaria para que el Frigoríficos del Morrazo vuelva a disputar competición europea por segunda vez en su historia ya está en marcha. Una vez el conjunto cangués ha conocido que su rival será el CSM Bucuresti, la entidad se ha puesto manos a la obra para afinar el tema organizativo, y, especialmente, el económico. El club ha iniciado una ronda de contactos con empresas e instituciones para conocer el respaldo real que le brindarán en su aventura continental. Preocupa poder solventar esta eliminatoria en el aspecto crematístico, pero aún más en el caso hipotético de una clasificación, ya que se entraría en una fase de grupos que supondría afrontar tres desplazamientos más.

"Hay que estudiarlo mucho y tenemos 20 días por delante para reunirnos con todos y poder hacer viable esto", afirma el presidente del Balonmán Cangas, Manuel Camiña. De hecho, una de las primeras medidas ya fue aprobada por la asamblea durante el verano, y es la de cobrar entrada a los socios en los partidos de la Copa EHF. Aunque aún no se ha fijado una cantidad, la idea es que con una entrada normal se puedan generar los suficientes recursos como para financiar el desplazamiento a Rumanía y al menos mantener las cuentas equilibradas.

No es el único frente abierto en el Frigoríficos. Ayer mismo desde el Cangas se pusieron en contacto con el CSM Bucuresti para conocer el día y la hora del partido de ida de la eliminatoria, a disputarse en cancha rumana. Y es que, en medio de la Liga Asobal, el club cangués debe hilar fino para ajustar partidos y viajes. El CSM Bucuresti puede fijar el partido los días 21 o 22 de noviembre, y el Cangas jugará ante el Puerto Sagunto (también fuera de casa) el martes 24 o el miércoles 25.

La intención del Frigoríficos es la de poder encadenar ambos desplazamientos sin tener que regresar a Cangas, por lo que ha cursado ya una petición formal a la directiva del cuadro valenciano para poder jugar el martes. La idea es salir el domingo de Rumanía, pernoctar posiblemente el lunes en Madrid y tomar un tren a Valencia para el partido. Y desde Valencia se regresaría a Santiago en avión. La ventaja no solamente sería económica y a la hora de evitar más cansancio a la plantilla, sino también que permitiría al equipo disponer de más tiempo para poder preparar el duelo de vuelta.

Por el momento la directiva no tiene claro qué día se fijará ese partido, si el sábado 28 o el domingo 29. Mantener el horario habitual es la opción más normal, pero no se descarta pasarlo para el domingo por la mañana o incluso por la tarde. De este modo se evitaría cualquier coincidencia con los partidos de fútbol de Primera División. Además, habría un día más de recuperación para los hombres de Víctor García, "Pillo", después de una semana de muchos kilómetros. Por el momento, aún está todo en el aire.