Fue en 1977 cuando la semilla del fútbol sala comenzó a germinar en Bueu con su primera Liga Local, disputada en las colegios de Bueu y Beluso, y en la que participaron cinco equipos. Lo hizo con una clara vocación de cantera, obligando a cada uno de estos equipos a crear filiales de base con la intención de asegurar la continuidad en el tiempo. Sin embargo, no sería hasta 1984 cuando se le dimensión oficial a esta inquietud con el nacimiento de la Agrupación Deportiva Bueu. Bajo este nombre y con Pedro Castellanos como primer presidente, se quería dar un respaldo jurídico a varios deportes, si bien el fútbol sala ya aglutinaba un 80 por ciento de quienes estaban integrados en este colectivo. La agrupación era el nexo común de los más de diez equipos de la Liga Local y contaba con una buena base.

La ADFS Bueu convivía entonces con el Chans-Cafetería Olma de José María Caballero, que competía a nivel provincial y del que luego tomarían el testigo otros equipos como el Relojería Estévez y el Socomebu. Eran años de escasez de infraestructuras, en los que se jugaba en la pista de Banda do Río hasta que en 1989 la organización provincial obligó a hacerlo en pabellón cubierto. La ausencia de instalaciones obligó a peregrinar a Cangas y Marín y acabó por dejar únicamente al Socomebu, que posteriormente se desharía.

De las cenizas de éste y con Paco Rianxo como aglutinador, se echa mano del Panadería Romano, un equipo que jugaba en verano y que acabó completando un año extraordinario en el que se consiguió el ascenso a Autonómica Sur y el título de Copa. Tan solo un año después el nuevo equipo ya estrenaba el pabellón Pablo Herbello con una goleada al Restaurante Pandiña. En los años posteriores Rianxo cedió el liderazgo a dos jugadores del equipo, Dolfi y Fran Campos. En la campaña 95/96 el equipo juega la recién creada Primera Nacional B con 24 clubes de toda Galicia, pero que acaba con un descenso a Autonómica Sur.

Llegó el relevo generacional y Campos pasó a ejercer de hombre multitarea, como presidente, entrenador y jugador, de las que aún hoy conserva la presidencia. La nueva hornada de jugadores como Luismi, Edu, Toni, Bertiño o Torres dio pujanza a un ADFS Bueu que pugnaba por el ascenso y que lo rozó en la temporada 1999/2000, en una promoción ante el Seat Teixeiro en la que tras ganar por 4-5 a domicilio perdió por 1-3 en casa, frustrando su sueño. El sueño, no obstante, se haría realidad en la campaña 2001/2002 después de que la Federación Gallega ofreciese la plaza debido a la reestructuración de una Primera B que el cuadro buenense ya no ha abandonado desde entonces.

Paralelamente a la trayectoria del primer equipo y más importante si cabe, el club centró sus esfuerzos en consolidar su estructura de base. Leandro fue el primer jugador enteramente formado en el club en llegar al primer equipo, pero el éxito ha llegado en los últimos años. En la temporada 2009/2010 se tocó techo cuando el juvenil se proclamó subcampeón gallego por delante de Burela o Lobelle Santiago (hoy Santiago Futsal) y únicamente superado por el Azkar Lugo. De aquella hornada salieron hacia Santiago talentos como Adri Roma o Rodri, hoy de regreso en la entidad, y que siguieron el camino que había marcado poco antes otro joven valor de la cantera como Nacho.

Hoy, el club compite con tranquilidad en la Tercera División, aunque su mejor valor está en los otros once equipos que garantizan su futuro: babys, prebenjamín, benjamín A y B, alevín A y B, infantil, cadete y juvenil, además del infantil y cadete femenino, creados en la pasada temporada. El club prepara una serie de actos para conmemorar su 30 aniversario y uno de ellos es la recopilación de material, gráfico o informativo, para lo cual solicita la colaboración de todo aquel que lo posea.