El Balonmán Cangas Frigoríficos del Morrazo estuvo a punto de sumar ayer una victoria clave ante el Villa de Aranda que supondría la salvación virtual. Sin embargo una serie de errores en el tramo final, junto a la reacción visitante y a una discutida exclusión de Fernando Eijo a falta de dos minutos condenaron el encuentro al empate final a 29 goles. El último disparo, sobre la bocina, de Adrián Rosales, se estrelló a la madera y el luminoso no se movería.

El Balonmán Cangas dominó el marcador desde el comienzo, arropado por una afición de O Gatañal que apretó como en las grandes tardes y que todavía no saboreó una victoria en toda la segunda vuelta. La primera parte fue muy igualada, con los locales tratando de escaparse en el marcador en varias fases y el Villa de Aranda resistiendo cada uno de esos intentos. A los cinco minutos de juego fue Muratovic el que asumió la responsabilidad de distanciar a los locales en el marcador. Hizo una buena fase y los cangueses lograron una ventaja de tres goles que se mantuvo durante un rato. A los 10 minutos el marcador reflejaba un 8-5.

Sin embargo, una sucesión de fallos en ataque del Frigo y la aparición del jugador visitante Oswaldo Dos Santos restableció la igualdad en el choque. Pero en el último tramo de la primera media hora la suerte volvía a sonreír a los cangueses, en esta ocasión gracias a los goles de Suso Soliño. Llegaron al descanso con tres tantos arriba (16-13) y un Gatañal entregado.

La segunda mitad comenzó con gol de Cerqueira y parecía que todo se aclaraba para los de Pillo. Pero de nuevo se trató de un espejismo. El Villa de Aranda se resistía a dar el encuentro por perdido. Doldan e Ilija Sladic no perdieron la cara al choque y con sus tantos impedían que los locales pusiesen tierra de por medio. Para entonces ya se había retirado lesionado Cerqueira, con un esguince en el tobillo izquierdo.

David García, con un pinzamiento en las costillas, tampoco pudo acabar el choque. Pillo reconoció tras el mismo que tuvo que recomponer la defensa.

De nuevo le tocaba remar al Cangas para sellar la victoria. Adrián Rosales, Eijo, Amarelle y el propio Soliño no fallaban y, en el minuto 17 de la segunda parte, los locales ya vencían de 4 goles y con la posesión a favor. La jugada no llegó a buen puerto y Oswaldo recortó distancias. Poco a poco los visitantes se metieron en el partido y recortaron hasta poner las tablas en el marcador.