El Frigoríficos del Morrazo se prepara ya para el que puede ser el partido más trascendental de la temporada, el que lo enfrenta el próximo sábado ante el Villa de Aranda y en el que puede definir en un porcentaje muy elevado sus opciones de permanencia. La derrota en Cuenca y los resultados de la última jornada han reducido la distancia con respecto a los puestos de descenso a solamente tres puntos, por lo que ganar a un rival directo como los arandinos se antoja fundamental para seguir avanzando hacia la salvación.

Con dos puntos de renta sobre su próximo rival, Víctor García, "Pillo", técnico de los locales, subraya que "es una auténtica final porque si no ganamos nos meteremos en problemas". La extraordinaria primera vuelta de los cangueses ha quedado minimizada por una segunda en la que hasta la fecha solamente ha conseguido tres puntos. Los de O Morrazo están en el grupo de seis equipos (junto a Valladolid, Aranda, Puente Genil, Puerto Sagunto y Gijón) que tratan de evitar acompañar en el descenso a un Bidasoa que parece sentenciado. La lectura para el preparador de los gallegos es clara. "Si ganamos, daremos un paso casi decisivo", afirma. Lo que parece notorio es que los 19 puntos que tiene ahora el Cangas, los mismos que obtuvo en toda la temporada anterior, serán insuficientes para atar la posibilidad de jugar un año más en la Asobal.

"Después del de Aranda nos quedan otros cuatro partidos por delante que hay que ir a ganar porque podemos hacerlo, pero no hay que contemplar otra opción que no sea ganar el sábado", apunta Pillo. "Perdiendo nos metemos en agobios serios, pero el equipo debe estar tranquilo y no debe sentir un exceso de presión negativa. Lo que tenemos que hacer es un buen partido el sábado y así tendremos nuestras opciones", añade.

El equipo cangués se centrará en recuperar efectivos tras el duro partido ante el Globalcaja Ciudad Encantada. La principal preocupación es Adrián Rosales, que se tuvo que retirar a falta de nueve minutos para el final tras recibir un fuerte golpe en el brazo por parte de Sorrentino. El cangués recibió un impacto entre Sorrentino y Renaud-David en la zona del codo y el bíceps, que le dejó el brazo muerto, por lo que ya no pudo jugar más.

El lateral está entre algodones para que pueda llegar al choque del sábado. Otro que también se encuentra entre algodones es Dani Cerqueira, que sintió un pinchazo muscular en el último entrenamiento antes del partido y que forzó a pesar de sentir molestias. Ayer fue reconocido por la fisioterapeuta del club, Iria Santomé, y todo apunta a que, aunque con precaución, trabajará con cierta normalidad para llegar al duelo en buenas condiciones.

Mientras, Iván Amarelle seguirá forzando su presencia en pista ante la baja de Serafín Pousada, operado de apendicitis hace una semana. El lateral derecho de Coristanco cumplió con creces en Cuenca, donde realizó un buen partido en el que tuvo acierto ofensivo.