- ¿Cómo se toma esta primera oportunidad para jugar en Asobal?

- Estoy muy agradecido, al club y a Pillo. El Cangas siempre ha cumplido con lo que me ha dicho. Para mí esto es una motivación extra, un incentivo para seguir trabajando y mejorando para poder tener más oportunidades. Había alguien que decía que lo difícil no es llegar, sino mantenerse. Es algo con lo que estoy de acuerdo.

- La apuesta del Cangas por la cantera y la gente joven es clara. El equipo que estuvo durante muchos minutos en pista el martes así lo demuestra.

- Hay pocos clubes que hagan algo así. Algunos pueden pensar que hay que estar loco, pero Pillo es un entrenador que está dando muchas oportunidades a la gente joven y yo estoy muy contento.

- Debutar ante el Barcelona, ser capaz de detenerle dos contragolpes a Juanín García... Supongo que el sábado, cuando jugaba en Lalín con el Luceros, ni lo soñaba.

- No. Pero soy muy exigente conmigo mismo. Cuando salí de la pista lo hice con la sensación de que podía haber parado algo más, hubo un par de balones que pude detener. Uno fue en un contragolpe, un balón que me dio en la mano y que al final entró, y el otro fue un lanzamiento de Sarmiento, recto y arriba que pude haber parado.