Hugo Rodríguez ya está de vuelta. Siete meses después de sufrir una fractura de peroné en su pierna derecha con afectación de los ligamentos de la rodilla, el joven extremo cangués ha regresado a las pistas. Lo hizo el sábado en el duelo que el filial del Frigoríficos, el Luceros Cangas, disputó ante la SAR en Redondela. Fueron apenas 15 minutos pero suficientes para que el segunda línea comenzase a experimentar unas sensaciones que ya tenía prácticamente olvidadas.

"Me sentí como si fuese un alevín. Botas el balón y no lo agarras. Es como empezar de nuevo", admite. "Cuando calientas piensas muchas cosas, pero al entrar en pista ya se te olvida todo. Noté mucho el estar ya en el banquillo. No sufres lo mismo que en la grada, es diferente", añade el jugador. Muy atrás queda ese fatídico día en el que, en uno de los primeros entrenamientos de pretemporada del Frigoríficos se lesionó. Ahora trabaja para volver a ser el de antes. "Me noto bien. He estado completando entrenamientos con un equipo de Pontevedra porque no puedo acudir a todos los del filial. Al principio el equilibrio que tenía era bastante malo, pero ya estoy mucho mejor, aunque aún me faltan cosas", señala el extremo cangués.

Lo cierto es que Hugo Rodríguez ha adelantado su regreso, inicialmente previsto para este fin de semana. "Pensé en reaparecer en casa, pero sería ante el Novás, en un día en el que pueden faltar varios jugadores, así que decidimos que lo mejor era ante la SAR, para poder ir cogiendo confianza y estar mejor ante el Novás", asegura. Su retorno es un soplo de aire fresco para un Luceros muy castigado por las ausencias. Desde el dique seco veía con alegría el gran papel del primer equipo. "Miguel (Santorio) me había comentado que tendría minutos y que ayudaría al primer equipo para que Pumar no cumpliese rápido el ciclo de diez partidos. Cuando veía la racha que llevaban, bromeaba diciendo que yo ya no jugaba".