"El hombre que está cuando debe, en los momentos más complicados". Así define Víctor García, "Pillo", a su pupilo más veterano, un Suso Soliño que sigue siendo un asiduo a la tabla de máximos realizadores del equipo cangués. "Lógicamente no tiene la frescura ni la capacidad de estar toda la temporada a un nivel alto, pero en los momentos determinantes siempre está liderando nuestro ataque", afirma. Momentos en los que la ofensiva del Cangas se vuelca sobre un lado derecho del que emerge el extremo zurdo para lanzar. Algo que ha hecho desde que en 1992 llegó al primer equipo, primero de forma testimonial y luego asumiendo más responsabilidad el año del primer ascenso a la Asobal.