La suerte, tantas veces esquiva, se alió ayer con el Frigoríficos del Morrazo, que continuará un año más en la Liga Asobal a pesar de haber perdido el último encuentro ante el Villa de Aranda. Nunca una derrota fue tan dulce, ya que el triunfo del Huesca sobre el Academia Octavio concedía automáticamente la salvación a los de Víctor García, "Pillo", que jugaron los últimos cinco minutos del choque sabedores de su destino. Fue un robo de balón y un gol de Saubich a 300 kilómetros de distancia el que decidió que la escuadra canguesa alcanzase un premio con el que pocos soñaban a principios de temporada.

Y es que al Frigoríficos le pesó la responsabilidad y, sobre todo, las excepcionales condiciones con las que afrontó el choque decisivo de la temporada. Con Santana, Adrián y Levente bajo mínimos, los cangueses completaron un gran inicio de partido, con David García sabiendo leer la defensa burgalesa y explotando la segunda línea, con Suso Soliño tirando de galones (6-9, minuto 17). Por entonces Pillo ya había tenido que bajar su defensa al 6.0 por las dos exclusiones de Adrián, algo que motivó que el Aranda se fuese metiendo en partido. Con Camino dirigiendo y Plaza anotando, los locales anotaron un parcial de 6.0 que les permitió llegar al descanso con ventaja (12-9).

En la reanudación el Frigoríficos apretó los dientes y se colocó en varias ocasiones a un solo gol (17-16, 18-17, 19-18, 23-22) pero sin conseguir el ansiado empate que sirviese de punto de inflexión. No fue necesario. Con el 23-22 y sabiendo ya el resultado del Academia Octavio tanto Aranda como Frigoríficos bajaron la tensión que acumulaban sus músculos y redondearon un marcador que dio la permanencia a ambos.

Exultante de felicidad estaba Víctor García, "Pillo", tras haber asegurado la continuidad del Frigoríficos en la Asobal. "La temporada ha sido sensacional independientemente del resultado que se produjese hoy (por ayer). Estoy orgulloso de los jugadores que han formado este equipo, gente que en dos años dará un gran rendimiento", señala.

El técnico no quiso saber de otros resultados durante el choque hasta que llegó el minuto 24 de partido. "Ahí vi que nuestra afición, que estuvo genial, gritaba más de lo normal, miré a Jose (el delegado) y cuando lo vi sonreír ya supe lo que había". Pillo no quiso olvidar el "excepcional esfuerzo y compromiso de jugadores como Santana, Adrián, David o Levente, porque no habríamos conseguido esto si ellos no hubiesen forzado sus lesiones como lo hicieron".