El húngaro Janos Levente estará el sábado en el decisivo encuentro ante el Villa de Aranda. El primera línea tenía que ser operado ayer mismo de su lesión en la mano, pero tras hablar con el médico logró aplazar esa intervención. La recomendación del doctor fue clara. "Como médico me dijo que prefería que no jugase. Pero como persona y como aficionado me dijo: A por ellos", explicaba ayer el jugador al salir de la consulta. Así que Víctor García "Pillo" podrá contar con él para medirse al equipo burgalés el sábado y luego, ya sin más dilaciones, será operado el lunes.

Levente volverá a jugar con un fuerte vendaje compresivo en su mano izquierda y con la recomendación del médico de que "si me molesta mucho es mejor que pare". El jugador lleva prácticamente dos meses entrenándose en solitario y el buen partido del sábado ante el Valladolid, en el que anotó cinco goles, le sirvió para "recuperar la confianza" en sí mismo. "La verdad es que no esperaba jugar tantos minutos, pero salió bien y pude ayudar al equipo", cuenta. Pillo se vio obligado a forzar su presencia debido a que Adrián acabó la primera mitad con dos exclusiones. Ese vendaje compresivo provoca que el jugador tenga más problemas para recepcionar el balón y que tarde un poco más en armar el brazo. "Además inconscientemente juego con más cuidado, no entró tan a cuchillo", admite. Y es que también debe preocuparse de caer bien, esto es, sin apoyarse en la mano que tiene lesionada.

Ahora lo único que pasa por la cabeza del primera línea húngaro es "ganar, ganar" y está convencido de que el triunfo en la cancha arandina es posible. "Está claro que es un partido difícil, pero estoy convencido de que es ganable", sostiene. Para ello destaca el papel de los aficionados del Cangas: "No vamos a estar solos y eso es muy importante. Nuestra gente ya fue clave en el derbi contra el Octavio, donde apretó mucho". Precisamente en ese encuentro, en el que el Cangas llegaba acuciado por las lesiones, Levente volvió a jugar y aportó goles a la merecida victoria canguesa.

La última jornada de liga promete emociones fuertes, con hasta cinco equipos involucrados en evitar la segunda plaza del descenso. "Hace doce años que un equipo con 19 puntos no tenía garantizada la permanencia. Es algo raro, pero tambien hace más dura e interesante la competición", concede Levente.

Los cangueses tienen a su favor que disponen de varias combinaciones de resultados que les permitirían mantener la categoría, pero lo único que garantiza la salvación sin tener que preocuparse de lo que pase en el resto de canchas es la victoria. "Ni el equipo ni la afición se merecen descender. Hemos hecho una temporada mucho mejor de lo que muchos esperaban y ganamos a equipos y jugadores mejores que nosotros. Creo que todos podemos estar orgullosos de la temporada", sostiene el primera línea húngaro.