Deporte y labor pastoral están ligados de forma indisoluble a la vida de este cangués (de Aldán, concretamente) que hoy cumple 37 años. Antonio Menduiña es uno de los líderes de la selección española de sacerdotes que compite en la Clericus Cup y que el sábado disputará su último partido ante el Colegio San Pablo después de las derrotas de las dos primeras jornadas ante Estados Unidos (6-0) y el Colegio Urbaniano (2-0). "Es un partido más de nuestra Liga, aunque ya no nos jugamos nada", afirma, antes de poner fin a una experiencia que los ha situado en el centro de la atención mediática.

El germen de esta selección surgió entre Menduiña y el pontevedrés Alberto Rajoy, ya que fueron los encargados de reclutar a los futuros futbolistas de La Roja. "Nosotros jugamos en un Torneo de Fútbol Sala y nos va bien, pero para fútbol 11 no hay un equipo tan compensado. Nos falta condición física, no hemos jugado nunca juntos y jugamos contra equipos que sí que ya están formados y entrenan", relata el sacerdote de Aldán. De hecho, Menduiña, que habitualmente actúa de extremo o delantero tuvo que reconvertirse en mediocampista en el primer encuentro, "para tratar de organizar un poco y colocar a la gente".

Experiencia a nivel deportivo ha ido acumulando desde que en Aldán jugaba al fútbol en porterías improvisadas con piedras. "En el seminario se potencian los deportes y el fútbol es el más fácil. Y en Roma lo he intentado con el fútbol y el fútbol sala. Soy el encargado de dinamizar el deporte en mi colegio (el Colegio Español)", relata.

A nivel de juego, Menduiña admite que hay algún que otro matiz diferenciador en el comportamiento de los futbolistas. "Las entradas son las mismas, pero sí que se pide perdón o se ayuda a levantarse al rival. Ante todo somos compañeros y al final del partido nos abrazamos y rezamos juntos. Puede haber discrepancias, pero el clima siempre es muy positivo", afirma. Reconoce, no obstante, que puede haber alguna que otra acción en la que se puede engañar al árbitro. "¿Tirarse en el área? Es algo muy subjetivo porque si hay contacto puedes creer que es suficiente para que haya falta o no", señala, antes de destacar que "lo más importante es que no hay enfados entre nosotros. En el fútbol habitualmente hay discusiones entre los compañeros pero aquí no pasa eso".

La continuidad de la selección dependerá ahora de otras personas. "Es complicado porque cada año los colegios se renuevan. Las licenciaturas son de dos años y cada temporada viene gente nueva. Yo ya acabo este año, igual que mi compañero de Vigo, así que otro deberá coger las riendas", señala. Menduiña se halla en Roma realizando el doctorado de su Licenciatura en Teología Bíblica, título que había sacado en 2004 después de una trayectoria comenzada en el colegio de Espiñeira. De allí pasó al Seminario Menor de Tui, en donde surgió la vocación que le hizo ingresar en el Seminario Mayor de Vigo. Durante seis años estudió Filosofía y Teología antes de ser ordenado diácono y sacerdote. Tras su licenciatura el cura cangués estuvo siete años en diferentes parroquias de la zona de Ponteareas como Guláns, Cristiñade o Nogueira.