El estradense Javier Campos inicia hoy un nuevo reto personal. Tras solventar con buena nota sus participaciones en los rallyes de Grecia y Croacia, el piloto afronta una nueva reválida, esta vez en una prueba del Campeonato del Mundo. El Rallye du Maroc, o lo que es lo mismo, el Rallye de Marruecos es para el estradense una parada obligatoria con vistas a su sueño de poder estar en el Dakar en el año 2023. Para ello, Campos debe tener acreditada una participación en el campeonato mundial y, lo que es más importante, acabarla. Por eso, el objetivo del estradenses en esta cita africana es cruzar la línea de meta, al tiempo que sigue acumulando experiencia en competición.

Campos descansaba ayer en la localidad marroquí de Agadir. Por la mañana tocó un poco de paseo con la moto para aclimatarse y por la tarde verificaciones técnicas y administrativas. Todo ello, en medio de un ambiente especial que siempre acompaña a un Mundial. “Aquí están los mejores del mundo, entre ellos la mayor parte de los que el año pasado disputaron el Dakar. Creo que solo faltan dos o tres”, explica encantado el estradense ante la aventura que tiene por delante. Naturalmente, ante el nivel de los rivales, Campos tiene claro que sus opciones de estar entre los primeros son mínimas pero su reto en este caso es diferente. “Contra estos no voy a dar hecho nada pero lo importante aquí es que esta prueba es clasificatoria para el Dakar. Si quiero estar en esa carrera primero tengo que estar aquí y terminar”.

Por este motivo, Campos afronta este Rallye de Marruecos con la intención de asumir los menos riesgos posibles. “Puede que encuentre zonas en las que tenga que correr un poco más pero iré tranquilo. Lo más importantes en una carrera tan larga como esta es no cometer errores, no perderse y no recibir penalizaciones. Puede parecer fácil pero no lo es. Me voy a encontrar dunas, mucha arena, piedras, tierra, ríos secos y calor”, argumentó.

La competición africana comienza hoy con un prólogo suave. A partir de ahí aguardan cinco etapas de recorridos muy largos que pondrán a prueba tanto la resistencia física como la capacidad de orientación de los pilotos. Estas etapas transcurren principalmente bajando por la costa atlántica, por lo que no tendrán que enfrentarse a las grandes dunas africanas. A pesar de eso, este rallye tiene fama de ser uno de los más duros y exigentes del Mundial.