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Ciclismo
Álex Marque Ciclista

“Cuando llegué a Portugal pensé que no iba a aguantar mucho”

El ganador de la Volta a Portugal de 2013 y del Tour de China en 2018 se retira después de 19 años en el ciclismo profesional

Álex Marque, ayer, en las instalaciones de Motos Marque, la tienda de su padre. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

“Ahora empieza la época de homenajes”, bromea el estradense al hablar de lo que le queda por delante esta temporada. Tras su gran actuación en su última Volta a Portugal, Marque figuraba entre los elegidos para el Jornal de Noticias, pero finalmente no irá. “Es mejor que vaya algún joven que yo”, afirma. De esta manera se baja de la bicicleta uno de los nombres más importantes de la historia del deporte estradense. Es un buen momento para hablar con él de su pasado, su presente y su futuro, con un proyecto entre manos que pronto se conocerá. 

–Toca retirada y por tanto mirar hacia atrás. ¿Cómo comenzó Álex Marque en esto del ciclismo? Algo tendría que ver que su padre tenga una tienda de bicicletas.

–Todo influyó. También el hecho de que yo pasase temporadas largas en San Xorxe, en Pernaviva. En esa época la bicicleta era mi medio de transporte para ir a todos lados. Luego influyó que mi padre tuviese la tienda porque comencé a salir con los clientes y con la gente del club ciclista. Poco a poco empecé a ver que tenía buenas cualidades. A raíz de ahí fue cuando Ricardo Terceiro hizo el equipo de ciclo deportistas y nos animó. En la primera carrera en la que participé llegué de último. Ni siquiera sabía andar con las calas. Recuerdo que cuando conseguí colocarlas los demás ya me llevaban media vuelta. A partir de ahí fui mejorando. La siguiente ya la gané y otras después. Veía que la categoría se me quedaba un poco corta. Ahí fue cuando se animaron a hacer el equipo de Élite/Sub23, con Oliveira al mando. No es que ganase muchas carreras en esa etapa pero sí que era muy regular. Siempre acababa entre los cinco o diez primeros.

–¿Cómo llegó el salto del Club Ciclista Estradense al ciclismo profesional portugués?

–Ahí me echaron una mano entre Oliveira y Ezequiel Mosquera, que en esa época estaba en el Boavista y fiché con ellos. A partir de ahí me tocó ir paso a paso para mejorar.

Sus inicios en el C.C. Estradense. Marque se inició tarde en el ciclismo. Lo hizo en el Club Ciclista Estradense-Hierros Diego bajo la tutela de Ricardo Terceiro.

–Lo que se encontró en Portugal sería un mundo totalmente diferente al que estaba acostumbrado.

–Sí, el primer año que competí alucinaba con la velocidad a la que iban. Lo bonito fue el tema de pasar a profesionales. Para mí era como cumplir un sueño. Pero la verdad es que cuando llegué pensé que no iba a aguantar muchos años en ese mundo. Veía que todavía tendría que mejorar mucho para estar con los de delante. Empecé ayudando a compañeros que a esas alturas estaba disputando, como el caso de Ezequiel. Fui aprendiendo un poco de todos los equipos por los que pasé desde abajo. A partir de estar en el Tavira fue cuando comenzaron a surgirme más oportunidades de luchar por las carreras. Ahí es cuando tienes que estar bien para aprovecharlas. Ese fue un punto de inflexión.

–También vivió buenos años como escudero de otro gallego, David Blanco.

–Sí, con David ganamos varias Voltas a Portugal. Teníamos un equipazo, hecho desde la base, pero además teníamos un ambiente espectacular. Creo que fueron de mis mejores en cuanto a ambiente en el equipo. Yo también fui creciendo con el equipo, hasta el año 2012. Ese fue de mis mejores años, un momento en que comencé a creer que realmente podía pelear por ganar una Volta a Portugal. Ese año gané la contrarreloj y, aunque perdí tiempo por una caída de Mestre en la que tuve que trabajar, acabé de undécimo.

Salto al ciclismo profesional. Gracias a la mediación de Ezequiel Mosquera y Oliveira, dio el salto al ciclismo portugués con 19 años. Lo hizo en el Boavista Lois Docampo

–Y el año siguiente llegó su victoria en la Volta a Portugal. ¿Cómo recuerda aquella carrera?

–De principio nos daban como favoritos a mí y a Gustavo y compartíamos liderato dentro del equipo. Yo no pensaba realmente en poder pelear por la victoria. Sin embargo, cuando pasé Torre sin mucho tiempo perdido y después Nossa Senhora da Graça vi que tenía opciones. Nos quedaba solo la contrarreloj final pero Gustavo tenía mucho margen. Mi idea era pelear por el triunfo en la etapa porque Gustavo tiene nivel en las cronos. Salí al máximo y cuando llegué a meta y vi que había ganado fue un cúmulo de sensaciones. Por un lado cumplía un sueño pero por otro Gustavo también lo merecía. Creo que esa Volta fue algo muy emotivo. Fue el momento más importante de mi carrera a nivel deportivo.

–Estamos hablando del mayor logró dentro del ciclismo profesional portugués.

–Sin duda. En esos momentos te vienen a la cabeza esos comienzos, cuando los veías ir tan rápido y dudabas de si valdrías para esto. Ahí es cuando te das cuenta de que todo se puede lograr con esfuerzo. El único freno que nos podemos poner es la mente. Todo se puede lograr.

El triunfo en la Volta a Portugal. Marque tocó el cielo en el año 2013 con su victoria en la ronda lusa, que le abría las puertas del Movistar.

–Tuvo sin embargo poco tiempo para disfrutarlo. Poco después llegó esa investigación por unos resultados anómalos.

–Ese fue un momento de mi carrera que me marcó, especialmente porque sabía que tenía todo en regla. En ese sentido estaba tranquilo, porque había ido notificando todo en los controles. Ahora miro para atrás y me doy cuenta que todo aquello fue una chapuza. En otros deportes la gente se infiltra el día anterior, gana carreras o partidos y es un héroe. Sin embargo a mí en ese momento me trataron como un mercenario. Ese es un doble rasero que hay según el deporte. Al final demostré que era totalmente inocente. El daño mayor fue a nivel personal, con momentos duros para la familia. Eso me valió también como aprendizaje.

–¿Pensó en dejarlo?

–Sí, en esos momentos claro que se te pasa por la cabeza dejar la bicicleta pero sabía que me tenían que dar la razón. Si haces todo dentro de lo legal solo tienes que defenderte. De lo que me quedo de todo eso fue el apoyo que recibí en esos momentos. Especialmente aquí en nuestro Concello. Fue algo excepcional. También a otros niveles porque la gente se daba cuenta de que era una injusticia.

–Por el medio se vivió ese fichaje frustrado con el Movistar. ¿Le guarda rencor a alguien?

–No, no le guardo rencor a nadie. No puedes estar viviendo del pasado. Llega un momento en el que tienes que pasar página. A partir de ahí hubo un trato muy correcto por mi parte y por la suya.

El momento más duro. Poco después de su triunfo llegó su investigación por un resultado anómalo en unas pruebas. Tras un año en blanco se demostró su inocencia.

–¿Cómo recuerda su regreso a la competición tras el año en blanco que tuvo que pasar?

–Tenía que descargar toda esa rabia. Ya en la primera carrera que fui no gané por poco. Desde el principio se vio que había un trabajo detrás y que no había tirado la toalla. Ya en la Volta hice podio y estuve a un gran nivel. Ese año parado creo que me hizo perder un poco de explosividad en las crono. Al final es un año sin competir y eso se nota.

–Su carrera acabó como tenía que hacerlo, en el Tavira y luchando con los mejores.

–El Tavira es el club de mi corazón. Es donde creyeron que yo podía estar disputando carreras. Siempre me trataron muy bien en todos los equipos pero el Tavira es especial. Me fui pero nunca dejamos las puertas cerradas y vinieron a buscarme de nuevo. Tenía claro que quería terminar mi carrera allí.

Una despedida por todo lo alto. Marque pudo despedirse del ciclismo como deseaba, peleando entre los mejores hasta el final.

–Comenzó tarde en el mundo del ciclismo pero al final terminó dándole mucho.

–Sí, fue una vocación tardía pero al final creo que fui un privilegiado. Poder vivir estos 19 años como ciclista profesional es algo impagable. Estoy muy agradecido a Portugal. Siempre te queda eso de no haber tenido la oportunidad en un equipo de fuera porque me habría abierto otras puertas pero estoy muy contento con los resultados que obtuve en mi carrera. Creo que dejo un palmarés para enorgullecerse. Volta, etapa en la Volta a Asturias, Tour de China...carreras que antes veía por televisión.

–¿Con qué se queda de todos estos años?

–Me gustó mucho la manera de dejar la bicicleta. Era uno de los miedos que tenía. No quería acabar arrastrándome. Quería acabar bien. Al día siguiente de la Volta uno ya empieza a pensar qué va a hacer sin esto pero el hecho de terminar tercero en la última etapa con casi 41 años es algo bonito. También recibí un gran cariño por parte del público. Esos aplausos fueron como un reconocimiento a todos los años que pasé en Portugal. Eso vale más que cualquier victoria. Hice además muchos amigos. Esa distancia con ellos y con Portugal será lo que peor llevaré.

–¿Y ahora qué?

–Pues ya estoy con un proyecto nuevo entre manos del que todavía no puedo hablar mucho pero que me hace mucha ilusión. Será un cambio muy grande en mi vida pero lo afrontaremos con las mismas ganas que la etapa que ya he dejado atrás.

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