Ha sido sin duda una de las palabras que más ha repetido el estradense a lo largo de los últimos días. Marque tenía mucho que agradecer. Atrás quedan 19 ediciones de la Volta a Portugal, la prueba que lo consagró entre los mejores ciclistas del país vecino y en la que siempre recibió el cariño de la apasionada afición portuguesa. Atrás quedan años de emoción, sacrificio, victorias y derrotas en las que el estradense hizo vibrar y soñar a todo un pueblo. “Obrigado”.

Unos 150 metros separaban la zona de prensa del coche del Tavira y no tenía ninguna prisa en recorrerlos. Fue más de hora y media de paseo, minutos que el estradense disfrutó sin poder retirar su característica sonrisa de la cara. Fotos, selfies, autógrafos, amigos, compañeros... todos querían saludar a un hombre que no había ganado pero que se marchaba de Oporto feliz por todo lo vivido en los días anteriores. Álex Marque se despedía de la Volta a Portugal, la prueba que le dio todo y que durante los últimos 18 años se convirtió en su campo de batalla favorito. Atrás quedan su victoria en 2013 y sus podios en 2015 y 2021 pero, por encima de todo, el cariño de un pueblo que lo despidió como un hombre al que es difícil no querer y que ha hecho historia en el ciclismo portugués.

El ciclista del Tavira afrontaba este último baile sumido en una montaña de sensaciones. Quería disfrutar cada etapa al máximo, quería saludar y aplaudir a todos los que durante tantos años lo han apoyado y quería hacerlo peleando con los mejores. Y lo logró. La Grandíssima sirvió para ver al estradense llorar sobre la bicicleta y para acordarse de los que ya no están señalando al cielo desde Nosa Senhora da Graça pero también para verlo pelear con rabia por la victoria en una última crono en la que ya no se jugaba nada o para verlo atacar en la etapa reina desde lejos.

Todos esos sentimientos se concentraron en una crono con mensaje final. Marque, a sus 40 años, acababa su última Volta a Portugal en la quinta posición y siendo tercero en la que ha sido una de sus grandes especialidades, la contrarreloj. Lo hacía además con un casco especial, en el que lucía la bandera de Portugal con una palabra “obrigado”, con la que quería dar las gracias a todo un país por todos estos años. “Disfruté y fui feliz en mis últimas pedaladas en esta Volta a Portugal”, sentenciaba el estradense una vez cruzada la línea de meta en Oporto.

En el plano deportivo, Marque encontró lo que buscaba en la que fue su decimoséptima y última participación en la ronda lusa. Muy lejos queda ya aquel verano del 2004 cuando el joven salido del Club Ciclista Estradense debutaba en una Volta a Portugal en las filas del Boavista. Aquel estreno lo terminó en el puesto 157, cerca de cerrar la clasificación general. Tras años de gregario, Marque fue ganando galones hasta su victoria en 2013 y terminando siempre a partir de ahí entre los quince primeros.

En esta ocasión, el estradense compartía protagonismo con Delio Fernández, una responsabilidad como jefe de filas que pronto recayó en él, con el de Moaña con escudero de lujo. Tras su gran subida a la Torre, en la que se colocó cuarto, Marque se convirtió en una de las alternativas al poderoso Glassdrive. Un inoportuno pinchazo en la subida a Miranda do Corvo lo alejó del podio pero eso no amilanó al estradense, que atacó con todo en Nosa Senhora da Graça. Tras una avería que también condicionó la etapa, acabó cuarto, consolidando su quinto puesto en la general. Su tercer puesto en la crono terminó de redondear su valiente Volta.

Envío urgente

Imagen del caso que lució en la etapa final.

Marque pidió a la empresa estradense Monster Studio que le crease un caso especial para la etapa final de la Volta pero su idea llegó demasiado tarde. Sin decirle nada, la firma trabajó a contrarreloj en el caso y, una vez terminado, se lo llevaron justo a tiempo hasta Oporto. En él se puede ver la bandera de Portugal y la palabra Obrigado pero también una lista de todos los equipos por los que pasó a lo largo de su trayectoria en el país vecino.

La familia, siempre cerca

Estradenses desplazados a Portugal para arropar a Marque.

En cada Volta a Portugal, Marque recibe la visita de numerosos familiares y amigos. Este año, ese apoyo a pie de carretera fue todavía mayor, especialmente en la etapa final.

Protagonismo hasta el final

Marque, atacando en la etapa reina. Picasa

Marque quería despedirse de la ronda lusa entre los mejores y logró. Fue una de las alternativas al trío del Glassdrive y se dejó ver en todas las etapas.