El conjunto del Disiclín Balonmán Lalín de la Primera Estatal Masculina celebró ayer el primer entrenamiento de la temporada. Después de una temporada en la que sólo faltó el ascenso, Pablo Cacheda tendrá que lidiar, este año, con un pronunciado cambio generacional dentro del vestuario. Con respecto al curso pasado, la escuadra rojinegra perdió a jugadores veteranos con mucho peso en el vestuario, como Pachi y Porto, retirados, Rubas, que fichó por el San Pablo Burgos, y José Pedreira, que aparcará momentaneamente el balonmano para centrarse en su trabajo. Para suplir estas importantes bajas, Cacheda cuenta con el fichaje de Óscar Couto y las incorporaciones de Breixo Pereira, Adrián Ferradás y Xabier Batán, que suben de juveniles. El preparador lalinense espera que los más jóvenes del equipo “den un paso hacia delante” y “se adapten lo antes posible a la dinámica del equipo” para ayudar al club.

Jugadores del Lalín durante la charla de bienvenida de la directiva

El técnico dezano reconoció “no sentirse preocupado” por el relevo generacional que está sufriendo el vestuario y se mostró “seguro” de cara al inicio de temporada. Cacheda admitió que “el nivel puede bajar un poco” con respecto al año pasado, pero añadió que “es lo normal en clubs de cantera” como el Lalín y que tanto él, como la directiva, “son conscientes” de este hándicap que debe solventar cada cierto tiempo la entidad del Lalín Arena. El técnico del Balonmán Lalín aceptó que “quizás haya que

De hecho, el cambio podría ser aún más drástico de confirmarse la baja del veterano Roberto Álvarez, uno de los pesos pesados del vestuario dirigido por Pablo Cacheda. Pero a pesar de que el histórico lateral zurdo se está planteando la retirada, tanto Cacheda como el resto de la directiva rojinegra confían en que el jugador permaneca, al menos un año más, en la entidad del Lalín Arena. Álvarez, que no participará en los primeros entrenamientos de la temporada por motivos laborales, tomará una decisión definitiva a finales de semana, cuando se ponga a las órdenes de Pablo Cacheda. El técnico dezano reconoció que la posible retirada del lateral de 36 años supondría “perder una pieza importante” dentro del engranaje del primer equipo. Pase lo que pase con Roberto Álvarez, que es la única duda respecto a la plantilla con la que contará Cacheda para la 2022-23, el preparador del conjunto rojinegro confirmó que “no realizará ningún cambio” en la planificación deportiva, a pesar de que el primer equipo está viviendo “el relevo generacional más importante” desde que él fue nombrado entrenador del Lalín.

Además de la importante renovación que hubo que afrontar dentro del vestuario, otra preocupación para Pablo Cacheda será el alto nivel de sus oponentes en la liga regular. Lo bien que se han reforzado los clubs punteros de la categoría, como el Lanzarote o el OAR A Coruña, provocan que “luchar por el ascenso” como en temporadas anteriores “quizás sea un poco más difícil” este año. Aun así, Cacheda reconoce que el objetivo del club debe ser, un año más, llegar en buenas condiciones al último partido de la temporada, aunque en esta ocasión “siendo conscientes” de los cambios que afectaron a la plantilla.

Un mes de mucho trabajo

Los jugadores del Disiclín Balonmán Lalín tienen por delante unas semanas de mucho trabajo, para intentar llegar en las mejores condiciones posibles al inicio de liga ante el Lavadores. Para los de Cacheda, la primera cita oficial de la temporada será el viernes 19 de agosto en Lalín, donde disputarán la Supercopa de Galicia ante el Teucro. En caso de ganar, los rojinegros acudirán a la final a cuatro que se celebrará los días 27 y 28 en Cangas.