El Proquideza Balonmán Loriga vuelve este fin de semana hasta A Sangriña, en A Guarda, con la ilusión de poder hacerse con un billete para la Primera Autonómica. Los hombres de Lorenzo Fernández disputan en la desembocadura del Miño la Final Four junto a Sanxenxo, Luceros B y Atlético Guardés. El conjunto verdinegro jugará mañana la semifinal frente al Sanxenxo Balonmán a partir de las 12.30 horas. “Llevamos los dos últimos meses con mucha gente lesionada que va a forzar lo que pueda. A ver cómo llegan para el partido. Entre ellos, Jesús Vázquez “Sito”, Iván Gil Rodríguez y Diego Gil. Baja confirmada es la de Miguel Novo, que se fastidió en febrero con una lesión grave de rodilla”, explica el entrenador lalinense antes de emprender viaje a la comarca del Baixo Miño.

En cuanta a las opciones de los suyos, Lorenzo Fernández señala que “todo el mundo me dice que soy muy pesimista pero el nivel del equipo desde que perdimos los partidos con Moaña y Rasoeiro se resintió porque coincidió con lesiones y con la incorporación de los juveniles, que se tuvieron que adaptar al ritmo del equipo y también hubo gente que faltó por motivos laborales. Bajamos de nivel y se notó en los últimos partidos. Entonces, el otro día perdimos contra el Sanxenxo en las semifinales de la Copa, el mismo rival del sábado, y en teoría tendríamos que tener más posibilidad de ganar el partido porque a ese partido fuimos 12 justos y el sábado (por mañana) intentaremos ir alguno más”. De todas formas, indica que “a ver si tras los entrenamientos de esta semana la gente está enchufada y podemos llegar allí este sábado corrigiendo los errores de la semana pasada y ya sabiendo como trabaja el rival para intentar neutralizar sus puntos fuertes y aprovechar también sus puntos débiles”.

Por último, por lo que se refiere al otro enfrentamiento de la Final a Cuatro, el entrenador del filial del Disiclín piensa que “con respecto a la otra semifinal entre Guardés y Luceros B, creo que va a estar muy igualado. El Luceros B bajará a gente de Primera Nacional y subirá a juveniles, con una plantilla muy amplia que suele meter un ritmo muy alto a los partidos. Todo lo contrario que el Guardés, un equipo veterano que se resiente cuando hace cambios porque no tiene una plantilla muy larga, pero juegan en casa y la afición del Guardés siempre tira mucho. Es una Final Four muy igualada”. A partir de mañana unos y otros pelearán por hacerse un hueco la próxima temporada en la Primera Autonómica de balonmano.