El Disiclín Lalín regresó el pasado sábado a la competición después de un mes y medio sin hacerlo y con entrenamientos condicionados por la situación sanitaria y los positivos en su plantel. Ante esta situación, lo mejor para los rojinegros fue la victoria conseguida ante el Gáldar y la recuperación de ritmo competitivo a la espera de nuevos retos. El primero de ellos llegará el próximo fin de semana, cuando los hombres de Pablo Cacheda disputarán el último partido de la primera vuelta. Lo hacen con un partido atrasado, el que tienen que jugar con el Tejina La Laguna. A pesar de eso, los rojinegros pueden proclamarse campeones de invierno de manera matemática si logran vencer al Carballal en el Lalín Arena.

El entrenador del equipo lalinense señaló que son conscientes de que tienen ese título honorífico al alcance de la mano, aunque consideran que deben darle la “importancia justa”. “Hablándolo con los jugadores recordábamos que ya tenemos muchos títulos de campeones de invierno ganados pero los importantes son los que se logran a final de temporada. De esos no tenemos tanto”, argumentó.

El técnico apuesta sin embargo por mantener la línea de juego mostrado a lo largo de una primera vuelta que considera positiva, con solo una derrota y un empate hasta ahora. “El equipo está jugando a buen nivel. Tenemos algunos altibajos pero es normal a lo largo de una temporada en la que está todo tan igualado”, afirmó. “Los veteranos están en su rol. Asumiendo cuando es necesario y cediendo otras veces la responsabilidad a los jóvenes. Estoy contento con cómo está yendo la temporada pero todavía queda mucho y las segundas vueltas se suelen hacer muy largas”.

Cacheda recordó que a estas alturas cinco equipos se han destacado en las primeras posiciones y que ahora mismo es complicado ver la situación real de cada uno por culpa de los partidos atrasados. Considera sin embargo que todo está muy igualado.