–¿Cómo ha comenzado la temporada su equipo cadete?

–Muy bien, con una victoria. Contamos con un equipo con muchas jugadoras de segundo año de cadete, que vienen de perderse casi todas ellas su primer año en la categoría. Luego contamos con algunas de primer año. Es un equipo con un gran nivel humano. Son chicas que se llevan todas muy bien, se respetan y les gusta mucho jugar al baloncesto. Al final, eso se plasma en los entrenamientos y en los partidos. Todas se apoyan y juegan con una intensidad alta.

–¿Son las mayores de su cantera femenina?

–Sí. Después tenemos cuatro chicas de categoría juvenil a las que se les hizo ficha sénior. Entrenan con las cadetes y de vez en cuando con las mayores. Son unas chicas que quedaron este año un poco descolgadas pero el año que viene ya podremos crear equipo juvenil.

–¿Se marcan algún objetivo a nivel deportivo?

–Seguir aprendiendo. Son esponjas, así que solo hay que dejarlas que sigan mejorando. El nivel deportivo se irá marcando después. Lo más importante es que sigan mostrando el mismo interés y manteniendo el buen ambiente.

–Son su futuro relevo en el primer equipo pero no se lo decimos.

–No se lo decimos pero que vayan apurando un poco, que algunas ya estamos un poco pasadas de edad.

–¿Cómo marcha esa cantera femenina por abajo?

–No tenemos infantil femenino pero este año contamos con muchas fichas minis femeninas por lo que dijo el coordinador deportivo. Parece que la afición por el baloncesto no se acaba. El año de la pandemia nos perjudicó bastante. Hubo otros deportes que sí que practicaron, como pádel, bádminton, tenis... Hubo varios jugadores que se fueron a esos deportes. Otros se mantuvieron fieles, como pasó con mi equipo, que se mantuvo intacto.

–Fue un volver a empezar para todos.

–Sí, pero lo bueno es que todos empezamos con mucha ilusión. Eso nos permitió hacer un trabajo físico previo con mucho cuidado, especialmente en la categoría sénior. Ahora estamos bien pero nos falta un poco de pulmón y adaptarnos a jugar con mascarilla. Es complicado pero llega un punto en el que te olvidas.

–Y en el primer equipo, ¿han juntado plantilla suficiente?

–Este año somos diez fijas y luego tenemos el apoyo de las jugadoras juveniles e incluso puede que alguna cadete entrene con nosotros alguna vez. Somos un equipo que nos conocemos muy bien después de varios años. El conocimiento en el juego es algo muy importante. Yo entré hace seis años y la base es casi la misma.

–¿Pueden pelear arriba?

–Se irá viendo. Yo soy optimista por naturaleza pero hay equipos que no conocemos. Nos toca seguir trabajando como siempre.

–¿Cuándo se inició usted en el baloncesto?

–A los ochos años estudiaba en Santiago y comencé a jugar en el Compañía de María, donde estudiaba. Después pasé por varios equipos de Santiago durante la carrera y después me vine para A Estrada. No me pude resistir a este club. Estoy muy a gusto.