El Estradense cerró la pretemporada con un balance de tres victorias, dos empates y tres derrotas, con partidos en los que mezclaron amistosos con tres rondas de la Copa Federación ante rivales de entidad. Estos partidos han servido para dibujar lo que será el Estradense de la temporada 2021-22, con una apuesta por la continuidad en torno a un modelo consolidado y que ha dado grandes resultados en los últimos años.

Filosofía “grabada a fuego”.

El equipo de Alberto Mariano ha ido consolidando a lo largo de los últimos años una serie de conceptos que se mantienen inalterables, señas de identidad que, como afirma su entrenador, ya están “grabadas a fuego”. El Estradense es un equipo con descaro, calidad y capacidad de asociación pero su secreto parte de una capacidad para competir enorme. La juventud de su plantilla, mezclada con la veteranía de jugadores de la casa, conforma un bloque siempre hambriento e incansable en el esfuerzo. Ese es el punto de partida sobre el que Mariano crea una propuesta basada en el esfuerzo, la agresividad y la solidaridad.

Criterio con el balón.

Si la portería queda a cero, el Estradense gana. Esa máxima se mantuvo toda la temporada pasada y responde a la capacidad de los rojillos para generar ocasiones. Los de Mariano muerden en defensa pero lo hacen con jugadores con el criterio suficiente para hacer daño. Bien sea en transiciones rápidas, en asociaciones trabajadas en posiciones peligrosas o incluso con posesiones largas, los rojillos tienen muchas armas en su repertorio.

Las novedades.

El Estradense ha mostrado en pretemporada que su modelo de juego es innegociable. Las principales novedades en su juego llegan de las nuevas piezas con las que cuenta Mariano. “Tenemos el equipo más compensado de los últimos años”, afirma el centrocampista Javicho. Los rojillos perdieron piezas importantes como Porrúa, Edu o Ube pero, vista la pretemporada, parecen haber acertado con los recambios. Mella es una de las grandes alegrías. Un centrocampista con calidad a raudales, buen despliegue físico y llegada. Con confianza, partidos y una pizca de pausa, puede ser un jugador clave. Algo similar sucede con Dieguito. El recambio de Porrúa ofrece lo que se pide, desborde, velocidad y llegada. En cuanto a Borja, seguirá siendo un incordio constante para cualquier rival por su lucha, una cualidad que un equipo como el Estradense puede aprovechar. Migui, Uriol y Cote completan los refuerzos.

Dibujo y once.

El Estradense parece partir de inicio con un once con pocos cambios sobre el de la temporada y con un dibujo similar. Sin embargo, este se modifica un poco en la medular con la llegada de Mella. El joven centrocampista parece a estas alturas más cerca del once que un Brais Calvo todavía lejos de su mejor forma. Mella sin embargo retrasa más su posición en el campo para acercarse a Vidal, lo que dibuja más un 4-3-3 que el 4-2-3-1 del año pasado sin un mediapunta claro. Cascallar parte como portero, con Ander, Carabán, Martín Sánchez y Mateo como defensas. Vidal, Mella y Javicho ocuparían la medular, con Juanín, Dieguito y Piñeiro arriba. Jugadores como Brais Calvo, Vicente, Borja o Martín Vilar podrían hacer cambiar este once tipo.

Vestuario

“Si un jugador no encaja en el vestuario del Estradense es que tiene un problema”. Las palabras de Javicho muestran uno de los secretos de un Estradense lleno de “buenas personas”. Esa unión será clave en una temporada en la que estarán siempre bajo la sombra de la que puede considerarse la mejor temporada de la historia del club. Acariciar el ascenso a Segunda es un recuerdo complicado de gestionar para un bloque labrado a partir de su ambición.