–¿En qué consiste el proyecto que van a poner en marcha esta temporada en la Escola de Fútbol Silleda?

–El proyecto busca darle estructura a la escuela, especialmente en el plano deportivo, sobre el campo. Para ello creamos un Departamento de Metodología, que es el que llevará la línea de trabajo en ese plano deportivo. Yo me encargaré de ese trabajo, de cuidar lo que pasa en el césped y de cómo eso repercute en los niños.

–¿Qué es lo que engloba esa metodología de la que habla?

–Engloba desde el estilo de enseñanza, los objetivos a alcanzar, los métodos que vamos a emplear, qué se va a trabajar con los niños o cómo deben estar estructurados los entrenamientos. Después también se implantará un modelo de juego común. Que desde el equipo juvenil al benjamín se siga una línea continuista.

–¿Qué modelo sería?

–Trabajaremos un modelo combinativo porque creemos que es el más rico para los niños. Es complejo pero es el mejor para su formación. Siempre dentro de este modelo buscaremos el desarrollo cognitivo de los chavales. Queremos que los niños entiendan el juego para que después sepan tomar buenas decisiones y superen las situaciones que se le presentan en el juego. Los jugadores tienen que entender el juego para poder hacerlo bien. Todo esto pasa por cambiar el enfoque general. A pesar de que el fútbol es un deporte de equipo vamos a trabajar con los niños de una forma individual, especialmente en el fútbol 8. De esta manera obtendrán competencias suficientes para que, cuando pasen al fútbol 11, aprovechen y pongan todo lo que aprendieron a favor del equipo. En general las escuelas centran sus enfoques en un trabajo colectivo pero nosotros queremos hacerlo de otra manera.

–Usted estará entonces por encima de los entrenadores dándoles las directrices del trabajo.

–Así es. Estaré con ellos ayudando, orientando y respaldando. Ya hicimos con ellos tres jornadas de formación conjuntas para que los chavales no noten un cambio si pasan de un equipo a otro. Todos los entrenadores tienen que pedirles lo mismo para que no noten ese paso. Es un trabajo común a toda la escuela.

–¿Es un paso más en la formación de cantera con respecto a modelos anteriores?

–Es cierto, pero hay que tener siempre en cuenta el motivo económico. El papel que voy a hacer yo en la mayor parte de las escuelas lo realiza el director deportivo, que da unas pautas para que sigan los entrenadores. Aquí vamos a separar y dividir competencias. Iño llevará otros temas y yo esto.

–¿Cuántos jugadores tienen en la escuela?

–Venimos de una temporada rara, en la que muchos niños no vinieron pero ahora están volviendo. Estamos entre 120 y 130 y seguimos creciendo. Tendremos desde biberones hasta juveniles y en algunos dos equipos. Tuvimos una reunión con los padres y fue un éxito. Explicamos esas nuevas ideas y normas y la acogida fue muy buena por parte de todos. Además, hemos creado un gran grupo humano, con nueve entrenadores.

–¿Compagina este trabajo con el de entrenador del Silleda?

–Sí, compaginaré ambas cosas.

–¿Continúa trabajando con el Deportivo?

–Trabajo con ellos en tema de captación por la zona de aquí. Veo partidos y hago informes para ellos. Como entrenador acabé mi etapa allí después de siete años y después de terminar INEF. Fue una etapa muy buena. Además, también tenía labores de captación y de la zona del Deza fueron muchos chicos a entrenar con el Dépor y alguno se quedó. Noel López entró un año antes que yo. A pesar de ser un concello pequeño Silleda tiene muy buena materia prima. Hace dos años éramos cinco de la zona en el Dépor: Hugo, Joan, Noel, Rubén y yo.