El Estradense prolongó ayer su gran momento de forma con una histórica goleada ante el Fabril. Los de Valerón, llamados a pelear por el ascenso, se toparon en A Estrada con un rival que fue capaz de frenar su juego de toque con un gran sacrificio en la presión y que tuvo claro en todo momento qué hacer cuando tuvo el balón. Los rojillos gozaron de las mejores ocasiones, ante un filial que terminó sumido en el desconcierto y que acabó encajando una goleada abultada pero también una derrota merecida. Este resultado reafirma la candidatura a todo de un Estradense que sorprende jornada tras jornada y deja al Depor B cerca de unas vacaciones anticipadas.

Los de Alberto Mariano estuvieron más cómodos de inicio. El Fabril se quedó con el balón pero los rojillos robaron con asiduidad y generaron mucho peligro a la contra con Porrúa y Juanín como estiletes. Tras varias ocasiones llegó el primer gol, uno fantasma de Vicente tras un centro de Ube. Ese tanto espoleó a un Fabril que vivió sus mejores momentos. Fueron fases de acoso, con Cambón y Guedes al mando. Tras un remate al larguero en un córner, Cambón anotó el empate en una falta lateral a pase de Guedes. Antes del descanso sin embargo, el Estradense se puso de nuevo por delante, con un penalti infantil de Kanoute sobre el capitán Vicente que Ube convirtió.

Tras el descanso, el Fabril salió con fuerza, con el canario Yeremay como gran baza. A pesar de ese paso adelante, fue el Estradense el que acertó, con un penalti forzado por Juanín que el mismo convirtió para el 3-1. A partir de ahí, los locales controlaron con gran comodidad el partido, acumulando ocasiones a la contra. Edu terminaría anotando los dos goles de la sentencia, el primero tras centro de Juanín en una contra y el segundo en un córner peinado al segundo palo que centró Javicho.