balonmano - División de Honor Plata

El Disiclín Lalín cae ante el Burgos y jugará la fase por la permanencia

Los locales pelearon hasta el final por un triunfo que los dejaba cerca de la salvación

Román, en una acción del partido disputado, ayer, en el Lalín Arena. |  // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Román, en una acción del partido disputado, ayer, en el Lalín Arena. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / L.D.

L.D.

Lalín

El Disiclín Lalín puso ayer punto y final a una gran primera fase de la competición en Plata con una derrota contra el Burgos. Los rojinegros se jugaban sus escasas opciones de meterse en el play off por el ascenso, una posibilidad que supone un logro en sí misma, y estas pasaban por una victoria ante un poderoso rival y por un triunfo del Sarria en Alicante. La segunda premisa se cumplió pero no la más complicada. Los de Cacheda volvieron a poner corazón en su juego pero no fue suficiente para evitar su presencia en la fase por la permanencia en Plata.

El partido dejó una primera parte en la que fueron los locales los que llevaron el mando en el juego y en el marcador. La mayor intensidad con la que saltaron a la pista les regaló sus primeras ventajas, con una defensa con constantes salidas que se le atragantó de inicio al conjunto de Nacho González. Ese factor, unido de nuevo a una gran actuación bajo palos de Tomás Villarroel, permitió al equipo rojinegro encontrar el juego que más le gusta, un ritmo alto y haciendo daño en las transiciones.

Con el 5-2, el técnico visitan pidió un tiempo muerto y ajustó sus piezas con varios cambios y modificaciones defensivas que igualaron el choque (6-6). Los de Cacheda siguieron sin embargo llevando el mando hasta el minuto 20, con un 10-8 en el marcador. A partir de ahí sin embargo llegó el mejor momento de los visitantes, con un parcial de 0-4 –para ponerse por primera vez por arriba (10-12)– y con un Disiclín que estuvo siete minutos sin lograr anotar. La defensa 5-1 de los visitantes fue creciendo, al tiempo que la fluidez ofensiva atenazaba cada uno de los ataques locales. Un tiempo muerto pedido por Cacheda permitió la reacción de los lalinenses, que fueron capaces de colocar la igualada en el marcador antes del paso por los vestuarios (13-13).

En la segunda parte, el partido cayó del lado de los visitantes. Fue un segundo asalto marcado por la intensidad, los nervios y decisiones arbitrales muy protestadas por los locales. En ese marco se movieron mejor los de Nacho González, llegando a los minutos finales con una cómoda renta que les permitió no sufrir.

A pesar del resultado final, los roijnegros volvieron a salir mejor a la pista, colocando de inicio un 17-15 que invitaba al optimismo, y más con la expulsión de Claudio Leandro Ramos por el Burgos. Estas buenas sensaciones del Disiclín encontraban además respuesta en Alicante, donde el Sarriá iba llevando el mando en el marcador. A partir de ese momento sin embargo, las cosas se torcieron para el equipo rojinegro. El Burgos subió intensidad a su defensa y con un parcial de 0-4 dio la vuelta al resultado. Los nervios comenzaron a aparecer en el bando local, en plena avalancha visitante. Las cosas empeoraron con la expulsión de Roberto, al ver la roja por sus reiteradas protestas a los colegiados.

Esos cuatro minutos con uno meno allanaron el camino del Burgos, que se fue al 20-24 a falta de cinco minutos con un parcial de 2-8 incluido. Solo las buenas paradas de Tomás permitieron al Disiclín mantenerse vivo en el partido y les regalaron la oportunidad de una última carga. Los rojinegros tiraron de coraje en los minutos finales para terminar colocando al 24-26, aunque no llegaron a inquietar la victoria visitante.

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